La entrega a Marruecos de cientos de menores que llegaron al enclave español de Ceuta hace tres meses continuó este sábado por segundo día.
El proceso se da entre críticas de oenegés, y creando roces entre los socios del gobierno.
Otro grupo de menores, de los más de 700 que están en la ciudad del norte de África, eran trasladados este sábado a Marruecos, informó la oenegé Save the Children.
«Hoy continúan las repatriaciones desde Ceuta», escribió la oenegé en Twitter.
«Pedimos el cese de estas reagrupaciones, España no está garantizando la protección de los menores», añadió.
La entrega a Marruecos de cientos de menores que llegaron al enclave español de Ceuta hace tres meses prosigue entre críticas de oenegés, y divide al gobierno español #AFP
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— Agence France-Presse (@AFPespanol) August 15, 2021
El Ministerio de Interior, responsable de las devoluciones, no respondió a las demandas de información de la AFP.
Una fuente de inmigración que trabaja en la ciudad y que pidió no ser identificada, declaró a la AFP que se han producido fugas de los dos principales albergues de menores en la ciudad.
«Está habiendo fugas todos los días de los centros desde que trascendió que iba a haber expulsiones», explicó, cifrando en unos 1,100 los menores marroquíes en la ciudad, muchos en las calles.
«No sé quieren ir, por eso se fugan, es un sentimiento mayoritario».
Como norma, todo el que pasa a Ceuta, sea menor o adulto, quiere pasar a la Península» Ibérica, añadió esta fuente, que narró que las devoluciones se hacen en grupos de 15 muchachos.
Reacciones ante la entrega de menores
Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, escribió que los traslados podrían vulnerar las leyes españolas e internacionales y señaló al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
«Desde las organizaciones de infancia en el terreno se nos ha informado que se ha iniciado la operativa de repatriación de las personas menores de edad», escribió Belarra a su colega de gabinete, en una carta que obtuvo el diario El Confidencial.
«De acuerdo con estas organizaciones, la operativa parece estar realizándose sin la observancia estricta de la legislación», añadió.
«Nos vemos en la necesidad de dejar constancia de que toda la responsabilidad de las actuaciones (…) es única y exclusivamente del Ministerio del Interior», concluyó.
El 17 y 18 de mayo, el enclave español se vio desbordado por la entrada en tromba de miles y miles de inmigrantes.
Entre ellos numerosos marroquíes muy jóvenes, que aprovecharon la falta de control policial del lado de Marruecos y accedieron a nado y en barcas hinchables a Ceuta.
Las autoridades marroquíes dejaron pasar a estos migrantes en represalia por la decisión de España de acoger en un hospital al líder de los independentistas saharauis, Brahim Ghali.
Ghali está enfrentado a Rabat, que reclama la soberanía sobre el Sahara Occidental, una antigua colonia española.
El gobierno regional ceutí estimó entonces que entre 8,000 y 10,000 cruzaron a España, de los que más de 6.000 fueron devueltos por la policía española en poco tiempo.
Fuentes del gobierno apuntaron a que dentro del total había 1,500 menores de edad.