La CIDH «urge al Estado de Nicaragua a cesar el hostigamiento a las personas opositoras, incluyendo a los defensores» de los derechos humanos, y «a liberar de inmediato a quienes se encuentran detenidos arbitrariamente», demandó el organismo de la OEA en su cuenta de Twitter.
Al menos 136 disidentes del gobierno de Daniel Ortega están detenidos, de los cuales 31 fueron capturados desde junio pasado, entre ellos siete aspirantes a la presidencia de la oposición que buscaban competir en las elecciones del 7 de noviembre, indicó el grupo independiente «Mecanismo para el reconocimiento de personas presas políticas».
El jueves fue arrestada la abogada de la oenegé local Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), María Oviedo, bajo cargos de «menoscabar la soberanía» del país, pese a las medidas provisionales que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó a su favor el 14 de octubre de 2019, dijo la CIDH.
El 23 de junio, la presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, denunció ante el consejo permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la existencia de «una nueva fase de la represión» en Nicaragua.
El país centroamericano aprobó en los últimos meses, por iniciativa del gobierno de Ortega, un conjunto de leyes que limitan la libertad expresión y que han sido calificadas de «represivas» por la oposición.
Una de ellas es la ley de Defensa de los Derechos del Pueblo y Soberanía, aplicada a varios opositores presos, que castiga con cárcel a quienes «menoscaban la soberanía», promueven la injerencia extranjera o apoyen sanciones contra Managua.
El gobierno de Ortega, por su lado, acusó en la OEA a sus opositores de «mercenarios y vende patrias financiados y dirigidos por Estados Unidos» que buscan «reeditar» el fallido «golpe de Estado» que, aduce, ocurrió durante las masivas protestas que pedían la dimisión del mandatario en 2018.
Ortega, un exguerrillero sandinista de 75 años, aún no anunció oficialmente su candidatura, aunque sus allegados y la propaganda partidaria visible en sitios públicos, dan por hecho que buscará reelegirse para un cuarto mandato sucesivo.
El líder sandinista gobernó el país entre 1979-1990, retornó al poder en 2007, donde se mantiene tras dos reelecciones consecutivas, la última de ellas con su esposa Rosario Murillo, como vicepresidenta.
AFP