La crisis sanitaria causada por el nuevo coronavirus, provocó la suspensión de los contratos de 284 mil trabajadores a lo largo del país según señalamientos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL). Y desde que se iniciara la gradual reactivación económica vista durante los últimos meses, el 58 por ciento de los acuerdos de trabajo han sido activados nuevamente; esto equivale a 164 mil plazas de empleo. Las restantes 120 mil se irán reincorporando en este mes de junio y, luego, durante los meses de agosto y septiembre los sectores secundarios y terciarios respectivamente.
A partir del día de ayer, precisamente, según lo establece la ley No. 201 de febrero de 2001, todos los trabajadores del sector primario que fueron suspendidos durante esta crisis de salud deben ser reincorporados en sus puestos. De no cumplirse con esto y en ausencia de un acuerdo mutuo entre las partes que establezca la terminación de la relación laboral, se considerará como un despido injustificado y el trabajador afectado debe presentarse ante las instancias correspondientes para reclamar las indemnizaciones a las que tiene derecho según establece el código laboral. Este sector primario que se reactiva comprende las actividades relacionadas con la agricultura, minería, ganadería, silvicultura, apicultura, pesca, acuicultura, caza y piscicultura. De las mil 700 personas de este sector a las que se les había suspendido el contrato, hasta el cierre del mes de mayo habían sido reactivadas 600 de ellas. Y a partir del 1 de junio, advirtió el MITRADEL, los contratos que permanecieran suspendidos serían reactivados automáticamente, por lo que 802 contratos de trabajadores primarios que se encontraban en esa situación volvieron a entrar en vigencia ayer.
A partir del próximo agosto debe aplicarse la misma medida para el sector secundario y en septiembre la medida aplica para el terciario, estos dos en los cuales se encuentra la mayor parte de los empleados suspendidos.
La reactivación de los contratos laborales es un primer paso- entre los muchos que se requieren- para iniciar el proceso de recuperación económica. Este proceso de recuperar el terreno perdido y llevar los índices a niveles cercanos a los que regían antes de la crisis, exige el esfuerzo mancomunado tanto del Gobierno, como facilitador de las acciones pertinentes, así como de los trabajadores y el sector empresarial. Será una tarea difícil, por no decir tormentosa, si las miras y los objetivos de estos tres grupos se ciñen a la miseria y el egoísmo de sus intereses particulares y no logran trascender para alcanzar metas que beneficien a todos los protagonistas que comparten el escenario.