El deporte panameño no aguanta otra cuarentena

Análisis. El deporte panameño quedó contra las cuerdas. El parón de casi siete meses, provocado por la pandemia del nuevo coronavirus, ha dejado secuelas que apenas comienzan a asomarse. Gimnasios medios vacíos, cancelación de torneos y atletas sin un claro futuro plantean una realidad sombría para Panamá.

Solo hace unos meses, el gobierno panameño abandonó la idea de ser la sede de los Juegos Centroamericanos y Caribe de 2022, obligado por la situación económica y el incremento de casos y muertes por el nuevo coronavirus.

Pero no fue el único evento que sufrió por la pandemia mundial, también los torneos locales de fútbol, béisbol, hípica, cartillas de boxeo y baloncesto, entre otros, fueron afectados. Todos dejaron afectaciones en los bolsillos de sus protagonistas, algunos de ellos se contagiaron y vencieron el virus.

La realidad actual, no es muy diferente. Las autoridades de salud implementaron un sistema de bloques para el desconfinamento y a los deportes les ha tocado de a poco.

El regreso seguro a las instalaciones deportivas no ha sido fácil, aunque se hayan elaborado protocolos de bioseguridad para evitar el contagio. Hay miedo y pocos recursos.

Los gimnasios han tenido que cambiar sus horarios y limitar su asistencia para cumplir con los protocolos exigidos por las autoridades. Otros se las ingenian para tratar de convencer a los usuarios de que su llegada será segura, y otros no pueden siquiera atraer el 25 por ciento permitido.

La hípica, el fútbol y el béisbol reanudaron sus actividades, todos a puerta cerradas y con calendario trastocado por la cuarentena. Sus atletas se adaptan a una nueva normalidad deportiva, con hisopado, gel alcoholado y mascarillas, como nuevas herramientas para su trabajo.

BEl deporte panameño, como todas las actividades de la sociedad sufre las secuelas de esta pandemia y cierro con una frase de un atleta, el deporte panameño no aguanta otro encerrona o cuarentena.

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