Alertan sobre programa militar Insectos Aliados

El programa en particular, financiado con $27 millones por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos, lleva el nombre de Insectos Aliados.

Desde hace dos años, Estados Unidos está desarrollando un proyecto que podría emplear agentes biológicos con fines hostiles hacia otros países, lo que resultaría en violación a la Convención Internacional sobre Armas Biológicas, denunciaron biotecnólogos y biólogos moleculares europeos. El argumento es que representa un método para luchar contra las amenazas que puedan afectar al suministro de alimentos en Estados Unidos, incluidos los patógenos, la sequía, las inundaciones y las heladas, pero especialmente aquellas introducidas por agentes estatales o no estatales. Pero biotecnólogos advierten que la intención encubierta es desarrollar un medio de dispersión con fines ofensivos, lo que representa un peligro real. El programa sacado a la luz por un grupo de prominentes científicos europeos en la última edición de la revista Science, cuestiona el hecho de que no se sabe si es de investigación agrícola o un nuevo sistema de armas biológicas. Pone, además, en evidencia la preocupación de los científicos que señalan que la práctica ha demostrado que los insectos tienen un alcance limitado a la hora de mejorar la agricultura estadounidense y responder a emergencias nacionales.

Más bien alertan porque después de dos años ha habido pocas explicaciones públicas de cómo se podrían aplicar los desarrollos derivados de la ejecución del plan a los beneficios agrícolas anunciados. Virus modificados En el artículo, los científicos plantean un ejemplo a partir de la liberación de insectos infectados con virus modificados genéticamente en un campo de maíz. Los insectos afectarían a las plantas, modificando su ADN, que terminarían teniendo una alteración provocada por el virus. Las plantas podrían resultar estériles, con la consecuencia de perder la cosecha.

El peligro real es que con el empleo de esa tecnología en lugar de controlar las plagas, podrían extenderse, lo que limitaría la producción agrícola en forma de arma estratégica. Sostienen que al introducir alteraciones genéticas en campos de cultivos ya plantados, empleando virus infecciosos que se dispersarían a través de insectos, hace pensar que el proyecto tiene intención de ser utilizado de forma ofensiva y, por tanto, convertirse en una posible arma biológica.

Pero lo que, además, resulta Más bien alertan porque después de dos años ha habido pocas explicaciones públicas de cómo se podrían aplicar los desarrollos derivados de la ejecución del plan a los beneficios agrícolas anunciados.

Virus modificados
En el artículo, los científicos plantean un ejemplo a partir de la liberación de insectos infectados con virus modificados genéticamente en un campo de maíz. Los insectos afectarían a las plantas, modificando su ADN, que terminarían teniendo una alteración provocada por el virus. Las plantas podrían resultar estériles, con la consecuencia de perder la cosecha.

El peligro real es que con el empleo de esa tecnología en lugar de controlar las plagas, podrían extenderse, lo que limitaría la producción agrícola en forma de arma estratégica. Sostienen que al introducir alteraciones genéticas en campos de cultivos ya plantados, empleando virus infecciosos que se dispersarían a través de insectos, hace pensar que el proyecto tiene intención de ser utilizado de forma ofensiva y, por tanto, convertirse en una posible arma biológica.

Pero lo que, además, resulta especialmente preocupante para los científicos es el método utilizado para dispersar el virus, ya que la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos obliga a utilizar insectos como medio de distribución, en lugar de hacerlo con métodos más fáciles de controlar como la fumigación. No hacerlo por medio de fumigación refleja la intención de desarrollar un medio de dispersión con fines ofensivos.
Los científicos rusos, por su parte, han reaccionado con mayor preocupación. “Si esto se hace para controlar las malezas, de modo que el virus se multiplique en un tipo particular de hierba, entonces es peligroso porque una maleza en un campo de cultivo es una planta normal en la biocenosis. Si se propaga una enfermedad viral en cierto territorio, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales. Y en general, cuando los virus se modifican y se introducen en la naturaleza es peligroso desde el punto de vista de un impacto a gran escala en el medio ambiente”, explicó a Sputnik Alexéi Kulikov, doctor en ciencias biológicas y vicedirector de ciencia del Instituto Koltsov de biología del desarrollo de la Academia de Ciencias de Rusia. Los científicos europeos también cuestionan la opacidad y la falta de información sobre algunas de las partes del programa. Cualquier proyecto de este tipo a nivel mundial tendría que pasar una serie de evalua-ciones sobre las implicaciones éticas, comerciales o de bioseguridad. Sin embargo, en este caso no se conocen los resultados de tales evaluaciones, ni si las ha habido.Desde el Pentágono rechazaron las acusaciones, aunque dijeron que entienden que este tipo de programas puede generar suspicacias. “Los autores de este texto en Science realizaron algunas argumentaciones sobre la fumigación y el despliegue de insectos con las que no estamos de acuerdo”, declaró Jared Adams, jefe de comunicación de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos.

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