Esta Navidad el nacimiento del Niño Dios será en toda Latinoamérica

Por: Ariel Montoya

Los astros se están alineando. Es una sensación que muchos están percibiendo en sus mentes y en sus corazones. Vienen nuevos tiempos, y con ellos mejores días para todos, sobre todo para aquellos que sufren la bota de la intolerancia, del irracional irrespeto gubernamental, del exilio y de las violaciones a los Derechos Humanos. En fin, del totalitarismo ramplón y sanguinario del llamado Socialismo del Siglo XXI. Por eso esta navidad está llegando con un clima de esperanza, fortaleza y resurrección de una mejor vida para todos.

A fin de cuentas, los errores del orden capitalista y de las mismas democracias son reparados y superados por sus propios códigos y por sus propios impulsores; más no por fantoches del marxismo leninismo, socialismo o comunismo que más bien han venido a arruinar y a empobrecer el destino inexorable de la humanidad. 

Más que el odio y la revancha política, ha de primar más la imagen de la humildad y la ternura a que nos remonta la historia bíblica en el establo, en el pesebre donde nace el Niño Dios en un humilde corral con la burra que acompaña a María y José, sus padres, hasta instantes antes del parto, ―con aquel olor a caca de vaca que hemos sentido en más de una ocasión―, en un ambiente bucólico y sencillo del cual nos llega siempre la referencia por estas fechas pero que, además, nos provee en esta ocasión de un prometedor  ambiente de cambio para bien de nuestras vidas.

 Más allá de las religiones viene gestándose una fe poderosa, una petición a Dios y un clima favorable bajo su manto benefactor el cual en estas navidades se acrecienta, pidiendo todos, amor, paz y libertad, como lo establecen los cánticos navideños en los confines de la Tierra en los que a Dios no lo atrapa la sordera.

Los cambios políticos, sobre todo de la izquierda a la derecha, por ejemplo en Europa, el atasco y rechazo a los regímenes socialistas, el desplome de tanta falsa promesa reivindicativa y la cada vez más comprobada ineficacia de la aplicación socialista, están haciendo posible ese viraje del totalitarismo a sistemas justos y decentes, como los que se propician bajo gobiernos liberales y conservadores, (de Derecha en todo caso) que cuando resulta hacer bien las cosas aproxima a los pueblos a la democracia, al bienestar y a la libertad como ningún otro modelo de Gobierno.

 El pasado 6 de diciembre, las inmensas pantallas comerciales del Times Square de Nueva York, en donde pululan las tiendas más colosales del consumismo mundial,  de repente se apagaron, volviendo a encenderse pero esta vez destacando imágenes que evidencian el sentido puro de las navidades, en donde una fragua intensa de estrellas, enfocan a María y a José en una burra, siendo estos los padres del niño Jesús viajando a Belén, destacando posteriormente el nacimiento de Jesucristo como lo testimonian las Sagradas Escrituras en el Nuevo Testamento.

Ese video se viralizó positivamente en las redes sociales siendo aplaudido por millones de gentes, tanto por turistas y viajeros en La Gran Manzana como por anónimos cibernautas de todo el Mundo, generando auténticas reflexiones sobre el sentido de la fiesta y celebración navideña, distanciando en gran medida los parámetros comerciales y lucrativos en los que se festeja actualmente; asimismo crece el distanciamiento  a los regímenes totalitarios, por eso esta navidad la presencia del Niño Dios en el corazón de la humanidad lo estará recordando, máxime en los países agobiados por la peste socialista en nuestra apesadumbrada Latinoamérica

El autor es escritor y periodista nicaragüense exiliado en Estados Unidos. Columnista Internacional y Vocero en el Exterior del Partido Liberal Independiente (PLI-Histórico).

Comparte esta Noticia