Hay temas que decidir, sea cual sea el resultado: la Caja y la mina. El problema radica en cómo lo afrontamos, porque lo que hay hasta ahora son muchos planteamientos politiqueros y pocas propuestas serias. ¿Qué tienen que ver las notarías con la ley de la Caja? Absolutamente nada, pero un diputado lo plantea entre argumentos en el asunto de la Caja. Con el tema minero es otro problema. Por más argumentos de algunos ambientalistas, el cierre de la mina no ha hecho que el país genere un solo empleo. Ni siquiera una cuadrilla para limpiar playas, ríos o quebradas. Y mientras más demoramos las decisiones, la pérdida del grado de inversión es una amenaza real que sí impactará el bolsillo de todos los panameños. Hay que tomar decisiones y poner a un lado la campaña politiquera. Panamá es un país con una economía que puede dar saltos cuantitativos, pero no da margen a equivocaciones. De hecho, la exploración minera y luego explotación viene de muchos años. Un grupo se confabuló contra la minería y logró colar el tema con la campaña política y el resultado fue el cierre de la mina, pero al mismo tiempo el estancamiento económico. Estamos a un tris de perder todo lo logrado en décadas si no decidimos con inteligencia. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo