El país panameño anunció la suspensión de relaciones diplomáticas con la independentista RASD y Mohamed VI mostró agradecimiento desde París, donde ha estado con sus hijos.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, desde París donde se encuentra en unos días de descanso con sus hijos, ha mostrado su agradecimiento al presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino Quintero, por la última decisión del país panameño de suspender las relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
La determinación panameña ha significado un gran apoyo a la integridad territorial de Marruecos porque supone una ruptura de Panamá con los postulados de la RASD, entidad independentista que pretende la celebración de una consulta popular de los saharauis para decidir sobre el futuro territorial del Sáhara Occidental, en este caso fuera de la soberanía marroquí.
“Me gustaría enviarle mi más sincero agradecimiento, tras la sabia decisión adoptada por su país amigo, el 21 de noviembre de 2024, en relación con la causa nacional primaria del Reino de Marruecos”, ha señalado de manera oficial el rey Mohamed VI, quien en las últimas horas ha disfrutado de tiempo con sus hijos, el príncipe heredero Moulay Hassan y la princesa Lalla Khadija, en París, con motivo de las vacaciones que disfrutan los miembros de la familia real en Francia.
“Esta decisión tan significativa confirma a Marruecos en sus derechos legítimos”, ha señalado el monarca alauí, quien ha añadido que “corresponde a la legalidad internacional y responde a la dinámica global actual”.
Para Marruecos, el Sáhara Occidental forma parte de sus provincias del sur y plantea para la zona un Plan de Autonomía respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Me alegro de que se abra así una nueva página en las relaciones bilaterales entre el Reino de Marruecos y la República de Panamá”, ha indicado el rey de Marruecos, especificando que “el Reino está animado por un auténtico deseo de estrechar lazos de amistad y cooperación con Panamá, en todos los ámbitos”, en beneficio de ambas naciones.
El Gobierno de la República de Panamá anunció oficialmente la suspensión de las relaciones diplomáticas con la RASD “en el marco de las normas aplicables del derecho internacional”.
Según el comunicado oficial difundido en su momento por el Ejecutivo panameño: “La República de Panamá, privilegiando el interés nacional y fiel a los principios fundamentales de su política exterior, reafirma su convicción con los propósitos y valores que orientan el multilateralismo y reitera su voluntad de continuar apoyando los esfuerzos promovidos por el secretario general y la comunidad internacional, en el marco de las Naciones Unidas”.
Esta retirada de la confianza panameña en la RASD supuso un fuerte revés para esta entidad y para las tesis independentistas en torno al Sáhara Occidental. Sobre todo, teniendo en cuenta que Panamá fue la primera nación en reconocer a la RASD, y el país que albergó la que fue la primera supuesta Embajada del denominado desde varias partes como pseudo-Estado en América Latina (en 1980).
Para Marruecos, el Sáhara Occidental forma parte de sus provincias del sur y plantea para la zona un Plan de Autonomía respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El país norteafricano plantea una amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí con el objetivo de favorecer el desarrollo del territorio en todos los ámbitos, otorgando una gran capacidad de maniobra a las autoridades saharauis, dejando en manos del Estado marroquí la defensa y la política exterior.
Esta propuesta ha recibido el apoyo de más de 100 países, incluidos países relevantes como Estados Unidos, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Alemania o España, que la consideran la más seria, creíble y realista para solventar el diferendo saharaui, que dura ya casi cinco décadas desde la salida de la zona de España como potencia colonial.
Suele ser habitual ver pasear al rey Mohamed VI por las calles de Francia, donde prefiere pasar sus vacaciones anuales en muchas ocasiones, junto a otras ciudades europeas, alejado un poco del protocolo habitual en territorio marroquí.
En el lado opuesto, se sitúa la RASD y el grupo afín del Frente Polisario, que defienden la celebración de un referéndum de independencia de la población saharaui, que cuenta con menos respaldo internacional y que tiene dificultades para su materialización, como las relacionadas con la conformación de un censo electoral de saharauis, los cuales están divididos entre los asentados de manera mayoritaria en las denominadas provincias del sur de Marruecos y los que están alojados en los campamentos de refugiados en Argelia, bajo difíciles condiciones de vida.
El anuncio de agradecimiento de Mohamed VI al Gobierno panameño ha coincidido con la estancia del monarca marroquí en París junto a sus hijos, el príncipe heredero Moulay Hassan y la princesa Lalla Khadija.
El monarca alauí ha sido visto junto a sus hijos paseando por París durante las vacaciones que disfrutan los miembros de la familia real en Francia, un país con el que Marruecos tiene unas excelentes relaciones ahora coincidiendo también con el apoyo francés al Plan de Autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental. Una determinación francesa que posibilitó un estrechamiento de lazos diplomáticos franco-marroquíes después de una etapa de distanciamiento político padecido en años anteriores.
Así, el rey de Marruecos ha aparecido de manera pública junto a sus dos hijos en actitud cariñosa y cercana dando muestras de que el monarca también goza de buena salud, sobre todo después de la preocupación que sintieron los ciudadanos marroquíes por la salud de su soberano después de que apareciera con una muleta médica durante la recepción oficial ofrecida al presidente francés, Emmanuel Macron, en Rabat, con motivo de la visita de Estado de tres días del máximo mandatario galo a finales del pasado mes de octubre. Según fuentes médicas, la dolencia del rey de Marruecos se debía a una contractura muscular a nivel de su espalda, por una compresión del nervio ciático.
Suele ser habitual ver pasear al rey Mohamed VI por las calles de Francia, donde prefiere pasar sus vacaciones anuales en muchas ocasiones, junto a otras ciudades europeas, alejado un poco del protocolo habitual en territorio marroquí. Unos hábitos que posibilitan también a la comunidad marroquí residente en el extranjero estar cerca del monarca alauí y poder coincidir con él en determinados ámbitos fuera del territorio marroquí.
Publicación original de Atalayar