Los talibanes han prohibido la entrada en Afganistán del relator de Naciones Unidas sobre los derechos humanos para el país asiático, Richard Bennett, acusándolo de «difundir propaganda» contra su régimen. Esta decisión llega después de que Bennett haya denunciado repetidamente graves violaciones de derechos humanos en el país desde que los talibanes tomaron el poder en 2021.

Según fuentes de los propios talibanes, Bennett «ya no tiene permitida la entrada a Afganistán» debido a que ha sido «asignado la tarea de difundir propaganda» sobre la situación en el país. El portavoz del gobierno interino talibán, Zabihullah Mujahid, acusó al relator de la ONU de «exagerar problemas menores y propagarlos».

Sin embargo, Bennett ha documentado en sus informes una serie de graves violaciones de derechos humanos desde la llegada de los talibanes al poder, incluyendo ejecuciones públicas, castigos corporales y la rápida degradación de los derechos de las mujeres, como la prohibición de la educación superior femenina.

El rechazo de la comunidad internacional a las actuaciones de los talibanes ha frenado hasta ahora su reconocimiento oficial como gobierno legítimo de Afganistán. Organizaciones humanitarias también han tenido que hacer equilibrios para no abandonar a una población de la que más de la mitad necesita ayuda, según datos de la ONU.

Por el momento, la ONU no se ha pronunciado sobre la prohibición a Bennett de entrar en Afganistán. El organismo designó a este relator especial para supervisar la situación de los derechos humanos en el país en abril de 2022, ante su grave preocupación por la evolución de la situación.