Una incapacidad adecuada y oportuna contribuye, en gran escala, al tratamiento médico del paciente
Las prestaciones económicas, son un derecho inalienable del asegurado, como vía a la consecución de su salud perdida por razón del accidente o enfermedad del trabajo, tema de importancia para nuestra área de especialidad.
No debe escapar al conocimiento, tanto de empresarios como trabajadores, que una incapacidad adecuada y oportuna contribuye, en gran escala, al tratamiento médico del paciente, pero, es vital para este paciente accidentado o enfermo, el disponer, a tiempo, de los dineros que la seguridad social debe proveer según la ley, para compensar el déficit que representa al asegurado el estar incapacitado y no generar salario. En muchas ocasiones, se han retrasado los pagos de una manera exagerada, llegando, tal como mencionamos antes, a recargar a las empresas, quienes para darle tranquilidad a su trabajador le han pagado sus prestaciones hasta que pudiesen recibir su pago de la seguridad social, esto, según la escuela segurista de vieja data, incrementa los costos indirectos de la empresa al recargarla con los salarios del trabajador accidentado y los salarios del remplazo de este trabajador.
Entre tanto, se ha enfocado la atención del trabajador en programas computacionales y software que, si bien es cierto, son necesarios en el proceso de modernización, no contribuyen en nada, si se deja de lado la humanización de la atención médica.
Nos resulta inverosímil que, el afán de la Caja de Seguro Social, no se enfoque en la realización de un diagnóstico bien fundamentado, a tiempo, mediante la utilización de la tecnología indicada. Lamentablemente, como hemos expresado previamente, se continúa generando incapacidades, que, a su vez, se traducen en sobrecosto de la atención, cuando el paciente realmente lo que desea es, saber su verdadera condición de salud. Esto sucede porque, a lo largo del tiempo, no se han generado los protocolos necesarios, de forma tal que pueda decidirse que hacer con el paciente, en base a una conclusión diagnóstica, sin menoscabo de la captación de la información, pero, sin pensar que la captación de la información estadística, por sí sola, pueda resolver el problema de los accidentes y enfermedades del trabajo.
Sabemos que la nueva administración, tiene claro sus objetivos, y como tal, va a enrumbar la Salud en el Trabajo por rutas, que realmente contribuyan a disminuir la casuística de los Riesgos del Trabajo, de manera integral, con la participación de los empleadores y trabajadores, apoyados en el recurso humano valioso que tiene la institución en el campo de la Salud en el Trabajo, con el liderazgo y guía de profesionales idóneos, en la búsqueda del objetivo final, cero accidentes/enfermedades profesionales.