El adiós a una voz indomable de la literatura española

Rosa Regàs, figura emblemática de la literatura española, falleció el miércoles a los 90 años en su residencia de Llofriu, Girona. Su partida marca el final de una era para las letras hispanas, dejando un legado que trasciende lo literario y se adentra en lo social y político.

Nacida en Barcelona el 11 de noviembre de 1933, Regàs no siguió el camino tradicional hacia la escritura. Se matriculó en Filosofía y Letras cuando ya estaba casada y era madre de dos hijos. Su verdadera formación literaria la obtuvo trabajando con Carlos Barral en la editorial Seix Barral durante seis años.

En 1970, dio un paso audaz al fundar su propia editorial, La Gaya Ciencia. Bajo este sello, publicó a autores de la talla de Juan Benet, Álvaro Pombo y María Zambrano. Tras la muerte de Franco, lanzó la primera colección política en España, la Biblioteca de Divulgación Política.

El salto a la escritura: éxito tardío pero rotundo

Regàs decidió convertirse en autora cuando se acercaba a los cincuenta años. Su primer éxito llegó con «Azul» en 1994, novela que le valió el prestigioso Premio Nadal y vendió once ediciones de 10.000 ejemplares en su primer año.

Su carrera literaria continuó en ascenso con obras como «Luna lunera» (1999), que le mereció el Premio Ciudad de Barcelona de Narrativa, y «La canción de Dorotea» (2001), con la que obtuvo el Premio Planeta.

Más allá de la literatura: una vida de compromiso

La trayectoria de Regàs no se limitó a la escritura. Entre 2004 y 2007, ocupó el cargo de Directora General de la Biblioteca Nacional de España. Su labor fue reconocida con la Creu de Sant Jordi, otorgada por la Generalitat de Catalunya en 2005.

Regàs fue también una figura destacada de la llamada «gauche divine», un colectivo cultural que combatía el tardofranquismo con ideología de izquierdas. Su compromiso político y social se reflejó en obras como «El valor de la protesta» y «Contra la tiranía del dinero».

Un legado de libertad y autenticidad

Ernest Folch, uno de sus últimos editores, la describe como «una mujer insobornable» que mantuvo sus ideales desde los 18 hasta los 90 años. «Se mantuvo fiel a esta idea tan elemental que es las ganas de cambiar el mundo», afirmó Folch.

La vida de Regàs fue en sí misma una obra de arte. Fue una de las primeras mujeres en divorciarse en España, buscando su propia libertad en una época donde esto era poco común. Esta búsqueda de libertad, aunque le costó disgustos, le trajo también mucha felicidad.

Últimas palabras: un legado vital y literario

Poco antes de su fallecimiento, Regàs presentó «Un legado. La aventura de una vida», un libro memorialístico basado en entrevistas con la periodista Lídia Penelo. En él, la autora mira atrás y reflexiona sobre su trayectoria en la literatura y el pensamiento.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, describió su legado como «un ejemplo de ironía, audacia intelectual y compromiso con la sociedad». La editorial Planeta, por su parte, la recordó como «una querida amiga, escritora, editora y traductora».

Con la partida de Rosa Regàs, España pierde a una de sus voces más auténticas y valientes. Su vida y obra son testimonio de una época de grandes cambios en la sociedad española. Más allá de sus logros literarios, Regàs deja un legado de libertad, compromiso y autenticidad que seguirá inspirando a generaciones futuras.

Su último libro, «Un legado. La aventura de una vida», se convierte ahora en un testimonio final, un recordatorio de que la vida de Rosa Regàs fue, en efecto, una gran aventura que ha dejado una huella indeleble en la cultura española.

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