Ante la grave crisis por la escasez de agua para operar el Canal de Panamá, como hispanoamericano, aunque no soy ingeniero, me atrevo a presentar las siguientes sugerencias a los gobernantes de Panamá para mantener operando a largo plazo el Canal construido hace más de un siglo por los ingenieros de Estados Unidos:
1-Construir en las costas de los dos océanos un sistema de bombeo eléctrico de agua marina para usarla en el sistema de esclusas y así disminuir (y hasta sustituir) el uso de agua dulce de los ríos y lagos panameños, que podrán destinarse a otros usos (agua potable para consumo humano, para uso agropecuario, entre otros).
2-Las estaciones de bombeo eléctrico usarán energía eléctrica generada por luz solar, por turbinas eólicas y turbinas hidráulicas submarinas movidas por mareas y corrientes marinas, en todos los casos, energía eléctrica limpia, generada por fuentes naturales sustentables y no contaminantes.
3-Ejecutar un plan de protección de las cuencas hidrográficas en todo Panamá que planifique el uso racional de las tierras, de los ríos y lagos del país para evitar su contaminación y extinción, regulando la urbanización y las actividades económicas, especialmente las industriales. Este plan nacional determina la reforestación y la protección de selvas y tierras vírgenes, el tratamiento de aguas residuales y la adopción y vigencia plena de una efectiva legislación protectora del medio ambiente orientada a evitar daños ambientales, repararlos y sancionar a las personas naturales (seres humanos) y jurídicas (empresas y organizaciones privadas y públicas) responsables de perpetrar cualquier falta o delito ambiental.
Toda sociedad humana depende para su existencia de la administración de sus recursos naturales y Panamá es un ejemplo irrefutable por el significado económico del Canal de Panamá, su principal motor económico, que convirtió al país en un emporio de comercio internacional; por tanto, en un mundo amenazado por la destrucción del medio ambiente y afectado ya por el cambio climático, una gravísima consecuencia de dicha destrucción del ambiente por las actividades ecocidas de la Humanidad, Panamá está llamado a ser vanguardia en la protección de sus recursos naturales, de su medio ambiente, no solo para mantener operativo su Canal Interoceánico, también para implantar los cambios necesarios y tecnológicamente posibles para reparar los daños ambientales y lograr un futuro sustentable de progreso y armonía.