Alberto: la tormenta tropical que azota Texas y el noreste de México

El miércoles 19 de junio de 2024, una poderosa tormenta tropical bautizada como Alberto comenzó a formarse en el suroeste del Golfo de México. Aunque en sus inicios parecía ser solo un ciclón más, rápidamente se convirtió en la primera tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico de 2024, una temporada que se preveía sería mucho más activa de lo habitual según los pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

A medida que Alberto avanzaba hacia el oeste-suroeste a una velocidad de 15 kilómetros por hora, sus vientos máximos sostenidos alcanzaban los 65 km/h. Sin embargo, lo más preocupante no eran los fuertes vientos, sino las intensas lluvias que traía consigo. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, algunas partes de la costa de Texas podrían recibir entre 13 y 25 centímetros de precipitación, con la posibilidad de cantidades aisladas cercanas a los 50 centímetros.

Cada 15 de mayo arranca la temporada de huracanes en el Pacífico, que este año se pronostica con 10% más de fenómenos que el promedio anual habitual. Las autoridades mexicanas advirtieron que podrían darse hasta 41 ciclones en el Pacífico y en el Atlántico, de los cuales unos cinco podrían golpear al país azteca.

Las autoridades mexicanas advirtieron sobre el riesgo de deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, especialmente en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, donde se pronosticaban lluvias torrenciales de hasta 50 centímetros.

«Las fuertes lluvias y el agua, como es habitual, son lo más importante de las tormentas tropicales», declaró Michael Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes.

Texas y México se preparan para el impacto

Ante la inminente llegada de Alberto, tanto autoridades como residentes en Texas y México se aprestaron a tomar medidas preventivas. En Texas, el gobernador Greg Abbott declaró desastre por clima severo en 51 condados y activó recursos de manejo de emergencias como botes para aguas altas y helicópteros con capacidad de elevación.

En México, el Servicio Meteorológico Nacional recomendó «extremar precauciones» y activó más de 6.000 refugios temporales. La Secretaría de Marina y la de Defensa desplegaron a más de 1.700 elementos en la zona de Tampico, mientras que la Comisión Federal de Electricidad envió a más de 1.500 trabajadores para atender posibles fallas en la red energética.

Incluso antes de tocar tierra, Alberto ya estaba causando estragos en las costas de Texas. Se reportaron daños a la propiedad en North Padre Island después de que los mamparos costeros colapsaran debido a la marejada ciclónica. En South Padre Island, los funcionarios distribuyeron sacos de arena gratuitos a empresas y residentes, mientras que, en Corpus Christi, al menos dos personas fueron rescatadas y trasladadas a terrenos más altos después de que sus automóviles quedaran sumergidos en las aguas.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias de tornado para los condados cercanos a Corpus Christi, ya que los huracanes y las tormentas tropicales pueden producir tornados, a menudo en bandas de lluvia alejadas de sus centros.

La Llegada a México

Según los pronósticos, el centro de la tormenta Alberto tocaría tierra en la costa noreste de México, al sur de la desembocadura del río Bravo (o Grande), en la madrugada del jueves 19 de junio. Se esperaba que los vientos alcanzaran una velocidad de hasta 90 km/h al impactar en la ciudad de Tampico, en el límite entre Tamaulipas y Veracruz.

Las autoridades mexicanas advirtieron sobre las posibles afectaciones que podrían provocar el vendaval y el oleaje en toda la costa oriental de México, pero pusieron especial énfasis en las lluvias. En San Luis Potosí y Veracruz, se pronosticaban precipitaciones de hasta 500 milímetros de agua acumulada, lo que equivaldría a un tinaco casero por cada metro cuadrado.

«Se exhorta a la población, a los turistas y a la navegación marítima, a extremar precauciones ante las lluvias, viento y oleaje elevado», mencionó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Lecciones aprendidas y preparación para el futuro

Tanto en Texas como en México, las autoridades y los residentes aprendieron lecciones valiosas de experiencias pasadas con tormentas tropicales. En Houston, el alcalde John Whitmire recordó una tormenta inesperadamente mortal del mes anterior y advirtió: «Sean cuidadosos, sabios e inteligentes: vamos a tener grandes cantidades de lluvia».

Por su parte, los meteorólogos advirtieron que la temporada de huracanes en el Atlántico de 2024 podría ser mucho más activa de lo habitual, con la posibilidad de que se formen hasta 25 tormentas con nombre. Esta perspectiva destacó la importancia de estar preparados y tomar las debidas precauciones ante futuros eventos meteorológicos extremos.

Comparte esta Noticia