La selección nacional de fútbol perdió 3-0 ante México, quedando relegada a la disputa de la tercera posición en la Concacaf Nations League, que se disputa en Estados Unidos.
El onceno panameño llegaba con altas expectativas al encuentro, a pesar de haber sufrido en la parte emocional, por la pérdida de vida de familiares de jugadores y del cuerpo técnico. Sin embargo, las cosas no resultaron como había planteado el estratega nacional, Thomas Christiansen.
Temprano en el partido, Edgar Joel Bárcenas, uno de los ejes del medio campo ofensivo panameño, tuvo que salir apenas a los 15 minutos del primer tiempo, debido a molestias musculares en su pierna izquierda. Con Bárcenas fuera, Panamá perdió posesión de balón y versatilidad en la media cancha. Fue reemplazado por Eric Davis, quien tampoco se encuentra en su mejor forma.
Pese a la situación, el onceno nacional atacó a México en los primeros tramos del partido, pero sin la contundencia para traducir ese dominio en goles, algo que los aztecas con menos tiempo con el balón, sí pudieron hacer.
Los números registrados entre ambos equipos luego del partido lo dicen todo: Panamá tuvo un 56% de posesión del balón, por un 44% de los mexicanos; los panameños tuvieron 16 remates, cinco de ellos directos al marco rival, sin poder anotar. En cambio, México solo hizo seis remates, tres de ellos traducidos en goles.
El técnico Christiansen reconoció la situación luego del partido: «Teníamos que sacar conclusiones, lo que generamos, si tuviéramos eficacia a gol, estuviéramos hablando de otras cosas. Si no somos contundentes ante un equipo como México, es difícil que podemos ganarles», señaló.
Panamá jugará ahora ante Jamaica, contra quien este domingo disputará el tercer lugar del Final Four de la Concacaf, por segunda edición consecutiva.