Las primeras horas en la legación diplomática de Nicaragua en Panamá han sido aceleradas para el ex presidente panameño Ricardo Martinelli Berrocal, tras recibir el asilo que solicitó, y que le fuera otorgado por el gobierno que preside Daniel Ortega.
La pregunta es: ¿por qué Nicaragua, y no otro país? Tal vez la respuesta mejor dada se encuentra en los antecedentes que muestra el gobierno de Ortega, no precisamente considerado el más respetuoso de los preceptos democráticos, calificado así por gran cantidad de países alrededor del mundo.
No es nada nuevo que el gobierno de Daniel Ortega haya otorgado asilo a otros ex funcionarios de diferentes gobiernos centroamericanos. Y tampoco es nuevo que el gobierno nicaragüense haya otorgado este refugio a personas señaladas por tres situaciones: corrupción, crimen organizado y narcotráfico.
Veamos algunos casos. En septiembre de 2023, quien fuera Fiscal General de Honduras, Oscar Chincilla, pidió asilo en Nicaragua, luego que una investigación relevara sus presuntos nexos con el narcotráfico. La acción evitó que fuera extraditado a Estados Unidos, donde Juan Hernández, ex presidente de Honduras entre 2014 y 2022, se encuentra detenido en una cárcel de de Nueva York, en espera de ser enjuiciado por narcotráfico.
Otro caso es el del ex presidente de El Salvador, Mario Funes Cartagena (2009-2014), señalado por presunto peculado, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito por más de $350 millones. Nicaragua lo asiló y posteriormente, le concedió la nacionalidad del país. Funes Cartagena ha declarado en sus cuentas de twitter que es «un perseguido político».
Otro ex presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), quien fue en su momento vicepresidente en el período de Funes Cartagena, fue señalado por corrupción por supuestamente haber recibido pagos que no pudo justificar, por varios millones de dólares; y justo cuando se le formularon cargos, Nicaragua le otorgó la nacionalidad del país, extensiva a su familia.
La Embajada de Nicaragua en Panamá en un comunicado, asegura haber otorgado el asilo al ex presidente Martinelli, a quien se le ratificó una sentencia de 128 meses de prisión por el caso New Business, por considerarlo «perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo inminente su vida, integridad física y seguridad», alegadas por el ex mandatario para solicitar refugio.
Martinelli Berrocal aguarda ahora un salvoconducto que le permita viajar a Nicaragua en calidad de «asilado». Entretanto, en el edificio de la embajada, se daba una transformación con la llegada de este visitante. Colchones, camas, electrodomésticos y otros enseres fueron descargados en la sede diplomática, haciendo presumir que la presencia del ex mandatario panameño podría prolongarse mucho más de lo esperado.