El nuevo técnico de la selección nacional de baloncesto, Gonzalo García, anunció que su objetivo al aceptar el puesto es «rescatar el baloncesto panameño», tomando como base «todos los jugadores con los que se pueda contar».
En su primer encuentro con los medios de comunicación deportivos del país, el nativo de Buenos Aires, Argentina, expresó su complacencia por haber podido después de tantos años, dirigir un equipo de baloncesto a nivel de selecciones, siendo Panamá «un reto personal y profesional» en busca de mejores días para este deporte en el país.
«Panamá es un país con tradición basquetbolística, es un desafío importante, hay que tratar de hacer lo mejor y poner a los panameños en primer plano», dijo García a los periodistas.
El estratega tendrá de salida una competencia de alto voltaje, cuando se mida a la selección de Uruguay los días 23 y 26 de febrero, en el totneo clasificatorio de la FIBA AmeriCup 2025, como parte de las acciones del Grupo B, que también integran Brasil y Paraguay.
García es un hombre de baloncesto, que en este 2024 cumple 30 años como director de equipos, un trabajo que le ha llevado desde su natal Argentina al Flamengo de Brasil. Ha dirigido además a clubes como el Boca Juniors, Gimnasia y Esgrima La Plata, Obras Sanitarias y San Lorenzo.
Ha sido dos veces campeón de la Liga de Las Américas de Baloncesto con el San Lorenzo, equipo con el que también ganó en dos ocasiones la Liga Nacional de Baloncesto de Argentina. Como parte del seleccionado argentino, fue asistente de Rubén Magnano, con quien consiguió el campeonato sudamericano en el año 2004. En 2005 fue el entrenador del seleccionado Sub 21 para el Mundial de ese año, finalizando en el sexto puesto. En 2006, fue el segundo entrenador del seleccionado argentino que ocupó el cuarto puesto en el Campeonato Mundial de mayores.
Aunque no ha dirigido equipos en el área de Centroamérica y el Caribe, Gonzalo García estima que Panamá cuenta con un «potencial que necesita desarrollarse», por lo que ha traído un plan con el cual buscará llegar a las distintas provincias para ver jugadores y comenzar un proceso que «debe darnos frutos en un corto plazo, si mantenemos el enfoque y logramos desarrollar nuestra propuesta de trabajo».
