El dominicano Adrián Beltré alcanzó un sitio entre los inmortales del Salón de la Fama de las Grandes Ligas. También lo hicieron Todd Helton, el poderoso toletero de los Rockies de Colorado, y Joe Mauer, el eficaz bateador de los Mellizos de Minnesota.
El destacado tercera base se convirtió en el quinto pelotero dominicano cuyo nombre estará ligado con la inmortalidad del béisbol de las Ligas Mayores de los Estados Unidos. Lo logró en su primera aparición en la boleta de selección de los cronistas especializados, que tienen derecho de escoger reconocido por la Major League Baseball (MLB).
La carrera del nativo de Santo Domingo, República Dominicana inició con los Dodgers de Los Ángeles en 1998. Luego de siete años con los angelinos, en el año 2004 pasó a los Marineros de Seattle con quienes jugó hasta el 2010, donde pasó a los Medias Rojas de Boston por una temporada.
Con los Rangers de Texas jugó ocho años, en los que mostró su gran calidad tanto a la defensiva como a la ofensiva. A los 39 años, en 2018, se retiró, solo para esperar la llamada en su residencia el martes de esta semana, comunicándole su elección al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Si bien nunca ganó un premio como Jugador Más Valioso, fue segundo en las votaciones dos veces; tampoco ganó una Serie Mundial; sin embargo, logró cinco premios Guante de Oro y galardonado en dos ocasiones con el Guante de Platino; también ganó cuatro veces el Bate de Plata y recibió cuatro selecciones al Juego de Las Estrellas.
Su elección con el 95.1% de los votos es la más alta de los cinco dominicanos inmortalizados en Cooperstown. Añadiendo sus 3,177 imparables, 477 cuadrangulares y 1,707 carreras empujadas, Adrián Beltré llenó plenamente las expectativas de esta generación de nuevos miembros del Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Por su parte, Todd Helton se convirtió en el segunro pelotero con una campaña de 17 años con los Rockies de Colorado en llegar a Cooperstwon. El primero fue Larry Walker. Helton fue electo en su sexto año en la boleta de selecciones.
Helton fue además cinco veces All-Star y cuatro veces ganador del Bate de Plata; también recibió elogios por su habilidad defensiva en la primera base, ganando tres premios Guante de Oro. Lideró las Grandes Ligas con un promedio de .372 en 2000. Tuvo temporadas consecutivas de 100 extrabases o más en 2000 y 2001. Y terminó su carrera con más bases por bolas (1,335) que ponches (1,175).
Joe Mauer fue posiblemente el mejor receptor de su generación. Es el tercero que logra la elección en su primer año, para unirse a Johnny Bench y el puertorriqueño Iván Rodríguez.
Mauer terminó con promedio de por vida de .306, el sexto más alto de los receptores miembros del Salón de la Fama. Bateó 2,123 imparables, 143 cuadrangulares y empujó 923 carreras. Las lesiones y conmociones cerebrales sufridas durante su carrera como receptor le impidieron brillar mucho más.