Spadafora, su muerte aún nos estremece

Han pasado 38 años desde que la noticia de su muerte conmovió a todo el país, y gran parte de América Latina.

El asesinato de Hugo Spadafora Franco revive cada 13 de septiembre con toda la fuerza que tuvo aquella imagen en donde su cuerpo inerte aparecía sin la cabeza. En 1985, cuando la situación del país comenzaba a convulsionarse, aquel asesinato dio principio a la debacle del régimen que lideraba Manuel Antonio Noriega.

Debe recordarse que en esos años, no existía el avance científico que permitía identificar un cadáver a través del análisis de la información genética, conocida hoy como la muestra de ADN. Así que decir con certeza que, en efecto, el cuerpo encontrado sin cabeza correspondía al de Hugo Spadafora Franco era muy difícil.

Así que apenas 5 meses después de su muerte, se dictó el sobreseimiento de los  señalados como responsables del asesinato: Francisco Eliécer González (alias Bruce Lee), Julio César Miranda (alias Muñecón) y Manuel Antonio Noriega.

Habiendo pasado ya 38 años, con sentencias locales e internacionales ya ejecutoriadas, hay un misterio aún por resolver en torno a este caso: ¿Dónde está la cabeza de Hugo Spadafora?

El 14 de septiembre de 1985, un campesino de nombre Franklin Vargas alertó a miembros de las Fuerzas de Defensa sobre un cuerpo ubicado a la orilla del puente sobre el río Vaquita, ubicado en el pueblo costarricense de Roblito, en la frontera con Panamá.

El hallazgo fue reportado, el cuerpo apareció sin la cabeza; el caso fue cerrado por «falta de pruebas». No obstante, el magistrado Andrés Almendral salvó su voto. Su decisión confirmó las dudas sobre la legitimidad del sobreseimiento otorgado a los militares.

La muerte de Hugo Spadafora Franco aún tiene un cabo suelto, que necesita ser atado para cerrar por completo y para siempre uno de los capítulos más oscuros de nuestro país. Si bien se lograron condenas, la falta de ese elemento que complete el cuerpo entero del médico guerrillero, ha dejado esa herida todavía abierta, con la necesidad imperiosa de ser sanada y curada.

 

 

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