Según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Cerrar el grifo: cómo el mundo puede poner fin a la contaminación por plásticos y crear una economía circular, si los países y las empresas llevaran a cabo profundos cambios echando mano de las tecnologías existentes, de aquí al 2040 podría reducirse en un 80 por ciento la contaminación causada por plásticos.
En un histórico acuerdo durante la quinta Asamblea de Medio Ambiente de la ONU en marzo de 2022, los 193 estados miembros de la ONU decidieron poner fin a la contaminación plástica. Con las negociaciones de un acuerdo legal vinculante para 2024 ya en marcha, la pregunta es cómo lograr ese objetivo. Si bien se conocen muchas soluciones técnicas para una economía circular de plásticos, los modelos económicos, fiscales y empresariales para abordar los impactos asociados y al mismo tiempo salvaguardar los medios de vida no están claros.
El mencionado informe examina estos problemas y propone un escenario de cambio de sistema, abordando las causas de la contaminación plástica, en lugar de sólo los síntomas. Tal cambio de sistema permitirá a los países cerrar la llave y terminar con la contaminación plástica, al mismo tiempo que se muda hacia empleos más seguros y estables para quienes actualmente trabajan en el sector informal, y se crean oportunidades empresariales y laborales.
Las tres “R”
El informe analiza las oportunidades y los impactos de un escenario de cambio de sistema. El escenario combina la reducción de los usos plásticos más problemáticos e innecesarios con una transformación del mercado hacia la circularidad en plásticos, acelerando tres cambios clave: reutilización, reciclaje y reorientación y diversificación, así como acciones para lidiar con la contaminación plástica heredada.
Incluso con el enfoque de transformación de mercado, un volumen significativo de plásticos no se puede hacer circular en los próximos 10 a 20 años y requerirá soluciones de eliminación para evitar la contaminación. Esto se refiere a recolectar y eliminar responsablemente los plásticos que no se pueden reutilizar o reciclar, incluyendo los que ya están en el ambiente como contaminación existente. También se refiere a nuevas formas de financiamiento para recolectar y eliminar los plásticos heredados y evitar que los micro plásticos ingresen a la economía y el ambiente.
La producción y el uso mundiales de plástico han crecido exponencialmente desde la década de 1950. Actualmente, el mundo produce 430 millones de toneladas métricas de plásticos cada año, de los cuales más de dos tercios son productos de corta duración que pronto se convierten en residuos. Para 2060 la producción plástica se triplicará si continúa el escenario habitual.
El costo de la contaminación
Un número creciente de investigadores está cuantificando los altos costos sociales, económicos y ambientales de la contaminación plástica. La literatura científica está vinculando los químicos en los plásticos con daños a la salud humana en todas las etapas del ciclo de vida del plástico. Los micro plásticos se han encontrado en los lugares más recónditos del océano, en remotos glaciares de montaña, en la leche materna y en el cuerpo humano.
Este informe indica un alto precio debido a la actual economía lineal de los plásticos, con estimaciones preliminares de los costos sociales y ambientales anuales vinculados a la contaminación plástica que van de 300 a 600 mil millones de dólares anuales, y algunas por encima de 1.5 billones. Los juicios expresan la tensión entre diferentes partes de la sociedad, basada en las ganancias recibidas por la industria del plástico y los costos asumidos por la sociedad en general.
¿Soluciones?
Una solución económicamente viable para todas las partes interesadas existe para lograr el fin de la contaminación plástica. La transición a una nueva economía de los plásticos es la forma más rentable de reducir sustancialmente la contaminación para 2040, con soluciones disponibles que requieren vigilancia, determinación y creatividad.
Si bien son significativos, los costos de inversión del cambio de sistema son menores que la trayectoria actual de inversión, alrededor de 65 mil millones de dólares anuales hasta 2040, en oposición a 113 mil millones. Pero el tiempo es esencial: un retraso de 5 años podría provocar un aumento de 80 millones de toneladas métricas de contaminación plástica.
Para 2040, se estima que una nueva economía de los plásticos podría:
- Crear oportunidades de empleo, ingresos e innovación: 700 mil empleos adicionales; mejores medios de vida para millones de trabajadores informales; cerca de 1.3 billones de dólares en ahorros de costos públicos y privados directos entre 2021 y 2040.
- Reducir el daño a la salud humana y el ambiente mediante una reducción de exposición del 80% de la contaminación plástica; 0.5 gigatoneladas de emisiones de GEI evitadas anualmente; evitando 3.3 billones en costos ambientales y sociales entre 2021 y 2040.
- Reducir responsabilidades, riesgos y litigios asociados con el daño de la contaminación plástica.
- En total, se ahorrarían más de 4.5 billones de dólares, o una reducción del 20.3% en los costos generales.
El análisis en este informe examina los posibles impactos del cambio de sistema antes mencionado. Bajo el escenario de cambio de sistema, la entrada de nuevo material virgen a la economía de plásticos de corta duración se reduce a la mitad, mientras que la utilidad no cambia, aumentando los flujos de materiales reutilizados o reciclados. Como resultado, la salida de residuos plásticos mal gestionados que terminan en el ambiente disminuye en más del 80%. Cerrar la llave de la contaminación plástica está al alcance. Este documento apunta a un paquete integrado de medidas políticas, caminos claros y nuevos modelos de negocio que están disponibles para que los países logren esa ambición de forma individual y colectiva.