La diabetes, una epidemia silenciosa que azota a Latinoamérica

La diabetes se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública en América Latina y el Caribe. Así lo revela el reciente «Panorama de la diabetes en la Región de las Américas», un informe elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que advierte sobre el vertiginoso aumento de esta enfermedad en los últimos años.

Una carga de enfermedad alarmante

De acuerdo con el informe, se estima que 62 millones de personas padecen diabetes en la región, lo que representa alrededor del 15% de la población adulta. Tan solo entre 2000 y 2019, los años de vida saludable perdidos a causa de la diabetes se duplicaron, ubicándola como la segunda causa principal de discapacidad y la cuarta de muerte prematura.

«La diabetes es actualmente la principal causa de ceguera, insuficiencia renal, amputaciones de extremidades inferiores, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular», afirma la Dra. Mariela Rodríguez.

Esto se traduce en costos altísimos, tanto para los sistemas de salud como para las economías nacionales. Según el informe, en 2015 la diabetes le costó a la región entre 103 y 124 mil millones de dólares, una cifra entre 6 y 7 veces mayor que en el 2000.

Factores de riesgo en aumento

Gran parte del vertiginoso incremento se debe a los altos niveles de obesidad y sedentarismo en la población. La OPS advierte que la región tiene la mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad del mundo, la cual aumentó 17% entre 2000 y 2016.

Asimismo, cerca del 40% de la población adulta no realiza la actividad física recomendada y este porcentaje asciende al 80% entre los adolescentes, con una prevalencia de obesidad que se disparó 60% en los últimos 20 años.

«Estamos frente a una bomba de tiempo. Si no revertimos estas tendencias implementando políticas efectivas de prevención, la diabetes seguirá expandiéndose», advierte el Dr. Carlos Smith, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Diabetes.

Respuestas insuficientes

A pesar de que la mayoría de países cuentan con planes nacionales para enfrentar la diabetes, el informe de la OPS revela brechas importantes en el acceso a tecnologías esenciales para su detección y tratamiento.

Por ejemplo, sólo 34% de los países asegura contar en la mayoría de sus centros de salud con las 6 tecnologías básicas recomendadas para el control de la enfermedad, como exámenes de sangre para medir los niveles de glucosa y hemoglobina glicosilada.

«Es indispensable reforzar la capacidad de diagnóstico temprano y garantizar el acceso a tratamientos de calidad», señala la Dra. Elisa Martínez, representante de la OPS.

El desafío de la insulina

A 100 años de su descubrimiento, la insulina sigue siendo inaccesible para muchos. Si bien la mayoría de países asegura contar con este medicamento esencial para las personas con diabetes tipo 1 y aquellas con tipo 2 que la requieren, en la práctica su alto costo y la falta de suministro continuo limitan su disponibilidad.

«Debemos trabajar junto a la industria farmacéutica y los gobiernos para garantizar un acceso equitativo. La insulina salva vidas y nadie debería verse privado de ella por razones económicas», enfatiza Martínez.

Una tarea conjunta

Queda claro que enfrentar la diabetes requerirá no sólo del compromiso político sino también de la participación activa de los distintos sectores de la sociedad.

«Las personas con diabetes deben involucrarse y alzar la voz para demandar mejores condiciones. Es una tarea de todos promover estilos de vida saludables y exigir respuestas integrales desde los gobiernos», concluye Smith.

La epidemia silenciosa pero implacable de la diabetes avanza rápidamente en nuestra región. Detenerla demandará acciones coordinadas y sostenidas en el tiempo. El futuro de millones está en juego.

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