Los principales dirigentes de gremios de la empresa privada llamaron la atención al Gobierno Nacional y a comunidades indígenas, para que se logre un entendimiento y se eviten situaciones como las que se dieron hace un año.
Rubén Castillo, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), se mostró «sumamente preocupado» por las consecuencias que pueda tener para el país un cierre de vías y situaciones como las que se dieron en el año 2022, las cuales por más de un mes mantuvieron en vilo al país.
«Los cierres de calles no son una forma de protesta que produzca algún beneficio para quienes salen a buscar un trabajo, o tiene un trabajo en el que necesite que la gente circule sin temor. No es la forma en la que se pueden resolver los problemas», apuntó el dirigente del Conep.
Castillo abogó por que se logre un diálogo que impida la paralización del tránsito y el cierre de comercios. «Estas situaciones afectan la convivencia social. Ya tuvimos pérdidas millonarias con lo que sucedió el año pasado. No podemos tener otra situación así, que perjudique principalmente a los sectores productivos del país», manifestó el dirigente.
Por su parte, el presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), Temístocles Rosas, consideró «muy imprudente» que se vuelvan a cerrar calles por situaciones que el Gobierno Nacional debió haber resuelto.
«Llevar al país nuevamente a la zozobra es irresponsable. Debe imperar el diálogo por encima de cualquier otro interés», señaló.
Mientras tanto, representantes del Gobierno llegaron a la región de Hato Corotú para reunirse con líderes de la comarca Ngäbe Buglé en la escuela del lugar, luego de que amenazaran con cierres de vías para exigir respuesta a los acuerdos pactados; se dieron conatos de cierre de calles en Horconcitos, que fueron sofocados por la Policía Nacional.