Damian Lillard es, sin dudas, una de las estrellas más importantes de la NBA, y a la vez, una de las que menos ruido ha podido hacer, pese a un enorme talento.
¿La razón? Su equipo, Portland Trail Blazers, no han podido rodearlo con los elementos necesarios para salir a pelear por al menos un lugar en la postemporada.
Los Trail Brazers terminaron últimos en la División Noreste, a 20 partidos de los campeones vigentes de la liga, Denver Nuggets. Un equipo que ha captado talento en los últimos años, pero no el que necesita Lillard para poder sentirse conteniente.
Una vez terminada la temporada 2022-2023, Lillard y su agente se reunieron con el gerente del equipo, Joe Cronin, planteándole la única vía que puede tomar en estos momentos: salir de Portland e ir a un mejor equipo.
De momento, han levantado la mano al menos tres equipos interesados en sus servicios: Miami Heat, Houston Rockets y los New York Knicks. Otros, como Phoenix Suns y Brooklyn Nets, estarían en la conversación, siempre y cuando, puedan obtener además de a Lilliard, ciertas compensaciones económicas.
Sin embargo, no es fácil un cambio que lleve el talento de Lillard a algún otro equipo. Primero, el jugador está por cumplir 33 años (15 de julio), es decir, que se está acortando su tiempo de mayor productividad como jugador.
Después, está el personal que será involucrado en un cambio más que trascendental. Por ejemplo, Miami Heat tendría que desprenderse de jugadores como Tyler Herro, Duncan Robinson y Nikola Jovic. Sí, perderían profundidad en su banca, pero ganarían a una súper estrella que sin dudas impulsaría al equipo en la postemporada.
Si Miami consigue a Lillard, armará un equipo contendiente, teniendo a veteranos como Jimmy Butler, Bam Adebayo y Kyle Lowry para acuerparlo en la búsqueda del campeonato de la NBA, en manos de Denver, un equipo supremamente difícil.
Por lo pronto, Lillard ya dio el paso. Ahora, falta ver si en las ofertas que se hagan serán del agrado de los Blazers y si es posible amarrar un mega movimiento. Hay poco tiempo, no se pueden cometer errores.