Los Denver Nuggets tal vez sean uno de los equipos de la NBA que mayor talento había reunido en todos sus años de existencia, sin que esas mágicas manos hubieran ganado un campeonato de liga.
Desde los tiempos de «Fat» Lever, Alex English, Carmelo Antony o Dikembe Mutombo, el equipo no había tenido un despegue tan monumental como en la temporada 2022-2023, donde un puñado de talentosos jugadores finalmente rompió con 47 años de no ganar un campeonato de la NBA.
La ilusión de los fanáticos siempre ha estado presente en una franquicia tradicional, tanto en la ABA como en la NBA. Esa esperanza gravitó sobre Carmelo Antony, Marcus Camby, Allen Iverson, y comenzó a tomar forma en la temporada 2018-2019, con la llegada de un jugador grandote, sin una forma física impresionante, pero con un talento inigualable para jugar al baloncesto.
Es aquí donde el serbio Nikola Jokic comienza a transformar a los Nuggets, junto con el entrenador Mike Malone. Llega Jamal Murray, un altamente talentoso base armador de buena estatura y excelente juego.
Las incorporaciones van armando un equipo lleno de talento y gran profundidad en la banca. Llegó Kentavious Cadwell Pope procedente de los Lakers de Los Ángeles con quienes fue campeón en la llamada «temporada de la burbuja».
En 2021, adquieren a Aaron Gordon, pique número 4 en la primera ronda del draft de la NBA en 2014, procedente del Orlando Magic y de paso, puliendo los talentos de Michael Porter Jr y del novato Christian Braun, picado en la primera ronda del draft de 2022.
En la temporada 2022-2023, con el equipo pleno y sin lesionados, el técnico Mike Malone inició la búsqueda del primer campeonato para los Nuggets. Ganó la División Noroeste, con marca de 53-29 y el campeonato de la Conferencia del Oeste, barriendo en cuatro juegos a los Lakers.
La victoria 4-1 en la serie ante un aguerrido Miami Heat coronó la más larga espera de un equipo de la NBA por un campeonato de liga. La espera ha valido cada momento, para celebrar en lo más alto.