Cuando fue llamado el 15 de abril para jugar con los Marineros de Seattle en las Grandes Ligas, no se esperaba que el panameño José Caballero tuviera una estancia superior a las dos semanas.

Sin embargo, el joven de 26 años, oriundo de Las Tablas, provincia de Los Santos, no solo se ha quedado un tiempo más allá del que se podría haber estimado; de paso, se ha convertido en uno de los jugadores consentidos de la fanatida de Seattle y en el líder de una nueva generación de peloteros en la franquicia.

Algo quedó demostrado cuando en el partido del domingo ante los actuales campeones, Astros de Houston. Caballero encaró duramente al receptor Martín Maldonado tras haber pedido un tiempo en la caja de bateo. «Machete», un hombre de gran tamaño, no intimidó al tableño, de 1.75 metros de estatura.

El incidente produjo que las bancas de ambos equipos se vaciaran, y a la vez, confirmó lo importante de Caballero en estos momentos para los Marineros.

Jerry Dipito, presidente de operaciones de los Marineros de Seattle, describió el incidente como «una escaramuza nada más», y ponderó la actuación del panameño: «él no tiene miedo», dijo en su programa semanal en la página electrónica de la organización.

Caballero llegó a la organización de los Marineros en 2019 en un canje con los Diamondbacks de Arizona. El 31 de enero, fue invitado al entrenamiento primaveral del equipo, siendo asignado al Tacoma Raiders después de eso. El 15 de abril, los Marineros seleccionaron su contrato y lo subieron a las Grandes Ligas.

Desde entonces, sin contar el partido que tenga este martes, «Chema» Caballero presenta promedio al bate de .306, producto de 11 imparables en 36 turnos, con 6 carreras anotadas, 4 empujadas y 3 bases robadas, jugando en segunda base y en el campo corto.

En la cueva marinera, todos llaman al tableño «Cabbie», un apodo que precisamente le puso Dipito, a quien le preocupa que el panameño se mantenga sano, ya que desde su llegada a la organización, ha sufrido «algunas lesiones extrañas».

José Caballero se está haciendo un lugar en el equipo grande de los Marineros de Seattle. Todo indica, hasta el momento, que el azuerense se mantendrá en las Grandes Ligas, gracias a su talento y al apoyo que ha recibido de sus compeñeros.