Una temprana irregularidad tiñe de un fuerte tono de duda el proceso de recolección de firmas y, en consecuencia, todo el posterior torneo electoral.

Según señalamientos hecho públicos durante los últimos días, la aplicación usada en la recolección de las firmas de apoyo a los candidatos independientes muestra vulnerabilidades que son aprovechadas por algunos para adjudicarse de manera fraudulenta las rúbricas exigidas.

Muy bien harían las autoridades en suspender el proceso y realizar una auditoría de todo lo registrado hasta el momento presente; la misma exigiría la participación de algún organismo o institución independiente que permita recobrar la confianza y la credibilidad en el sistema. También se le debe facilitar a la ciudadanía las herramientas apropiadas para verificar su firma y que la misma no sea utilizada sin su consentimiento.

En momentos en que las dudas y la incredulidad caminan de la mano con las instituciones encargadas de velar por la buena salud electoral del país, las graves denuncias hechas con respecto a las irregularidades en la recolección de firmas, exigen acciones inmediatas, efectivas y transparentes. Dejar impune esta nueva muestra del “juega vivo” criollo asestaría un peligroso golpe a la ya frágil institucionalidad nacional, además de socavar la integridad del próximo torneo electoral.