El gesto contra el racismo ha sido habitual en el fútbol inglés desde el verano de 2020 y fue visto como un símbolo crucial en la lucha del deporte contra la discriminación.

Su importancia se ha debatido regularmente y ciertos clubes, como los equipos de la Sky Bet Championship Bristol City y Swansea, han decidido dejar de arrodillarse.

El jueves se llevó a cabo una reunión entre los 20 capitanes de la Premier League para tratar el tema, pero después de una amplia variedad de puntos de vista no se tomó una decisión final. Así, se prevé una nueva reunión esta semana.

Lo que definitivamente regresará durante el próximo curso es que los jugadores salgan juntos nuevamente del túnel de vestuarios y puedan darse la mano o chocar los puños. La pandemia de coronavirus hizo que se detuviera el apretón de manos en un intento por evitar la propagación del virus, pero volverá a ser parte del ritual previo al partido.