El mandatario indicó, no obstante, que se someterá a una nueva evaluación en un centro médico de Houston, Texas, Estados Unidos después del 1 de julio; en esta fecha, el Presidente debe rendir el informe anual de su gestión ante el pleno de la Asamblea Nacional.
La enfermedad que padece el Presidente, síndrome mielodisplásico, o SMD, es un tipo de cáncer que se desarrolla en la médula ósea, ubicada en el rango intermedio, lo que la ubica en una escala de mediano riesgo, siendo necesario un tratamiento, ya que su riesgo no se basa en el tamaño que tenga el tumor, o si la enfermedad se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Esta enfermedad, de acuerdo con expertos, no causa metástasis, no es una enfermedad hereditaria, y se caracteriza, además, por una producción de sangre anómala, la cual necesita ser corregida para evitar trastornos de mayor proporción.
Es diagnosticado por el médico de atención primaria detecta en un examen que el número de células de la sangre se encuentra por debajo de los valores normales; es necesario realizar una biopsia de médula ósea.
En el rango intermedio, la atención especializada es requerida, y el paciente debe asumir un régimen que le permita seguir el tratamiento que ordene el médico. Cualquier descontrol puede llevar la enfermedad a un rango de mucho mayor cuidado y riesgo para el paciente.