Este último paquete de sanciones apunta directamente a activos de lujo de élites rusas, entre los que se incluyen yates y aviones de afines a Putin, así como a aquellas «empresas de servicios y gestión de activos de lujo» que han facilitado la evasión de las anteriores sanciones impuestas por Washington.
Algunos de los nombres más destacados de esta nueva ronda de sanciones son la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, o el empresario God Nisanov, a quien desde el Departamento de Estado de Estados Unidos se considera como «uno de los hombres más ricos de Europa» y del cual se tiene conocimiento de su relación estrecha con funcionarios del país euroasiático.
Según ha explicado la Casa Blanca en un comunicado, estas acciones tienen como principal objetivo el «reprimir la evasión y endurecer las sanciones para mejorar su aplicación y aumentar la presión sobre Putin y sus facilitadores».
Además de Zajarova, Washington también ha incluido a otros cinco altos funcionarios como son el ministro de Transporte, Vitali Savaliev; el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Reshentnikov; el encargado de las funciones de Vivienda y Servicios Públicos, Irek Envarovich, o el viceprimer ministro, Dimitri Yuryevich.
Junto a estos, también se han incluido en la ‘lista negra’ estadounidense al director artístico de la Casa de la Música de San Petersburgo, Sergei Pavlovich Roldugin y su esposa, la cantante de ópera Elena Mirtova. Según el Departamento de Estado Roldugin es «amigo cercano» del presidente Putin e incluso es padrino de una de las hijas del mandatario.
El presidente de la empresa aérea estatal Aeroflot, Yuri Sliusar, también ha sido incluido en esta ronda de sanciones, al igual que el líder de la compañía de inversión Severgroup, Alexei Mordashov y varios de los miembros de su familia.