«Si hay exclusiones de países en la invitación y convocatoria, el presidente Arce no asistirá a la Cumbre», ha reafirmado el portavoz presidencial, Jorge Richter, al diario boliviano ‘El Deber’. Esta misma postura también ha sido adoptada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha afirmado que en su lugar irá el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard.
Sin embargo, la postura de la Presidencia ha sido criticada por otras bancadas del Parlamento, que consideran que Bolivia «se cierra al resto del mundo» y se centra tan solo en mantener relaciones con China, Rusia o Venezuela.
Así lo ha apuntado el diputado de la formación Comunidad Ciudadana (CC) Gustavo Aliaga, quien ha incidido en que el objetivo real de la cumbre es abordar cuestiones relevantes en materia de medio ambiente, energía y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Aunque Arce se ha mostrado contrario a acudir al encuentro, el ministro de Asuntos Exteriores boliviano, Rogelio Mayta, ha apuntado ya en anteriores ocasiones que el presidente reconsideraría su postura si finalmente Washington sí invita a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
