Entre los fallecidos hay 227 menores de edad y otros 322 han resultado heridos. La gran parte de las muertes se han registrado en territorio controlado por el Gobierno ucraniano –1.599–, mientras que en las autoproclamadas repúblicas situadas en la región de Donbás son 493 los civiles muertos.
«La mayoría de las bajas civiles registradas se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, como bombardeos de artillería pesada, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, ataques aéreos y misiles», detalla el balance de Naciones Unidas.
No obstante, la misión de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) cree que las cifras reales son mucho más altas, puesto que la información sigue llegando con retraso de algunos lugares en los que continúan las hostilidad o bien se han intensificado.
Son los casos, por ejemplo, de la asediada ciudad de Mariúpol y Volnovaja, en la región de Donetsk; Izium, en Járkov; Severodonetsk y Rubizhne, en Lugansk; o Trostyanets, en Sumy; «donde hay denuncias de numerosas víctimas civiles».