DONLAP, son las siglas de una asociación de productores de los distritos de Donoso y la Pintada pertenecientes a las provincias de Colón y Coclé respectivamente que, desde junio de 2014, opera legalmente y comercializa sus productos en los campamentos del proyecto minero, Cobre Panamá.
Entre los cultivos que ofrecen estos productores están: Plátano, yuca, guineo, piña, sandia, melón, papaya, chayote, maíz, pepino, naranja, limón nacional y limón persa, también producen ají en sus variedades criollo y chombo, jengibre, cebollina, berenjenas, pimentón amarillo, verde y rojo, ajo, cebolla blanca y cebolla morada, tomate regular, tomate perita y cherry, zanahorias, apio, perejil, remolacha y romero.
Esta organización cooperativa, tiene una alianza estratégica con la empresa minera, lo que le permite comercializar todos estos productos, que son orgánicos y de alta calidad, para el consumo de los 7 mil de trabajadores que laboran en las instalaciones de Cobre Panamá, es una relación en la ganan ambas partes ya que le permite a la empresa proporcionar una alimentación variada y con productos nacionales a sus colaboradores, y a su vez garantiza la sostenibilidad de numerosas familias que se dedican a la producción agrícola en ambos distritos.
Mariela Castillo, una de la lideresas de la asociación de productores de los distritos de Donoso y la Pintada, nos cuenta “Para mí y mis compañeros ha sido una experiencia muy satisfactoria ya que se trata de una empresa, que hemos fundado y que estamos sosteniendo con mucho esfuerzo, y nos enorgullece ver como crece cada día” Mariela, muestra la parcela donde junto a su esposo siembran y cosechan productos de temporada.
Mariela vivía y estudiaba en la ciudad capital y solo venia los fines de semana para ayudar a sus padres en el trabajo del campo, sin embargo, nos cuenta que un día tomo una decisión radical que le ha cambiado por completo su vida. “Nos asociamos 37 personas que tuvimos el apoyo y el asesoramiento técnico del personal de desarrollo comunitario de la empresa Minera Panamá y del MIDA, hoy día contamos con 58 fincas y cultivamos en total próximamente 40 hectáreas en 6 comunidades del distrito de Omar Torrijos Herrera y 7 de La Pintada.
Actualmente vendemos nuestros productos agrícolas a la empresa Minera Panamá, que desarrolla el proyecto Cobre Panamá en el distrito de Donoso, pero también le vendemos a la empresa Nestlé y estamos en conversaciones con otras empresas para seguir comercializando nuestros productos de alta calidad alimenticia, porque son cultivados con técnicas orgánicas cien por ciento y ese es un valor agregado que nuestros clientes aprecian mucho, porque es amigable con la naturaleza y además es garantía de una alimentación sana para quienes los consumen.
Café la Ceiba
La historia del café la Ceiba y la cooperativa de producción, La Ceiba, R.L. Está íntimamente ligada a Paula García, una mujer coclesana, madre de cinco hijos y abuela de cinco nietos. Paulita, como cariñosamente la conocen en su pueblo, señala “Soy una mujer nacida y criada en el campo siempre me ha gustado trabajar cerca de la naturaleza, sentir el olor del monte, ver los colores de cada época del año y los cambios que experimentan los árboles en la temporada de lluvia y también en la estación seca”
Paulita tiene 65 años y desde hace 4 años siembre café en su finca. “Todo empezó como parte del programa de agro reforestación que desarrolla la empresa Cobre Panamá y la verdad este proyecto me ha beneficiado mucho a mí, a mi familia y todos los que tomamos la decisión de asociarnos en una cooperativa cafetalera, siguiendo las recomendaciones que nos hicieran los técnicos ambientales y trabajadores sociales y comunitarios de la mina.
Cuando ingresé al programa de Cobre Panamá, me entregaron 2,400 plantones de café y tenía que trasladarlos al lugar que tenía habilitado para la siembra; la distancia fue un obstáculo y me preocupaba; incluso llegué a pensar que no iba a poder lograrlo, pero pude hacerlo. Me impuse en la mente que sí podía lograrlo. En ese entonces, tuvimos que recoger el café en el lugar donde lo dejaba el carro, luego trasladarlo en canoas y posteriormente llevarlo al terreno que estaba distante para sembrarlo.
Esto le ha significado un importante ingreso económico y con esto ha podido contratar a otras personas para que trabajen con ella. Además, sostiene que contribuye con el ambiente. porque ha reforestado su finca con árboles nativos, a parte del café. “Este beneficio no es solo para mí sino para otras personas de mi comunidad, con este hermoso proyecto estamos colaborando en la recuperación de nuestros bosques” Asegura la entusiasta mujer mientras saborea un humeante y aromático café que ha sido sembrado, cosechado, secado, tostado, molido y empacado por ella misma.
“Mis hijas me ayudan a cosechar el café en cereza roja. Luego lo trasladamos al vivero donde pasa por un proceso de secado, una vez ya está seco entonces el grano pasa a ser pilado, tostado, molido y empacado. Este es básicamente el proceso del café, cuando se cumple con todos los paso ya está listo para venderse” Nos cuenta Paulita
“Este año me ha ido muy bien y pienso que el próximo será mucho mejor. Mi mejor legado es demostrar, que siendo mujer, madre, abuela y con 65 años he sido capaz de levantar un negocio que me permite vivir tranquila al tiempo que le doy sustento a mi familia y a quienes trabajan conmigo. También le doy el ejemplo a mis hijas para que como mujeres se esfuercen y continúen progresando”
Las historias de Mariela Castillo y Paula García, son los testimonios de dos mujeres que se atrevieron a emprender, organizarse y motivar a familiares, vecinos y amigos, para mediante el trabajo cooperativo, sacarle provecho a la tierra y hacer florecer negocios agrícolas alrededor del desarrollo minero, mejorando la calidad de vida a cientos de familias en los distritos de Donoso, Omar Torrijos y La Pintada.