El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha respondido este miércoles a la ONG Amnistía Internacional (AI) que las autoridades salvadoreñas pretenden «seguir» con la llamada guerra contra las pandillas, después de que la organización haya vuelto a censurar sus consecuencias.
En su cuenta de la red social Twitter, Bukele ha resaltado que la Policía salvadoreña ha detenido a un total de 27.831 «terroristas» en los 46 días que lleva vigente el estado de excepción en el país centroamericano, impuesto para luchar contra la ola de homicidios.
«Seguimos», ha trasladado Bukele en un mensaje en el que se hace eco del lanzamiento de la acción urgente de Amnistía Internacional, que ha advertido al mandatario salvadoreño que «el mundo está mirando».
«Detenciones arbitrarias, malos tratos a presos, muertes bajo custodia y ataques a periodistas», lamentó AI. En su acción urgente, AI ha pedido garantizar los derechos de los presos y un trato justo y censura, entre otras cosas, que no haya derecho a la defensa jurídica.
Además, y entre otros aspectos, se opone a que se realicen juicios sin presencia de los acusados, algo que viola el Derecho Internacional, y censura la estigmatización y el acoso a los periodistas y defensores de los Derechos Humanos.
El Gobierno salvadoreño reconoció el lunes la muerte de al menos once personas detenidas en el marco del estado de excepción, impuesto a finales de marzo y ampliado recientemente.
La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la ampliación del estado de excepción declarado para combatir a las pandillas después de una petición por parte del presidente, Nayib Bukele, por lo que la medida estará vigente 30 días más.
Durante este periodo, el Gobierno salvadoreño queda capacitado para suspender ciertas libertades y garantías para facilitar despliegue de militares y policías en las calles y en los municipios donde ocurrieron estos homicidios.
Human Rights Watch (HRW) o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han manifestado su preocupación por la imposición del estado de excepción en El Salvador, a lo que Bukele ha respondido que estas organizaciones «defienden a los pandilleros». Mientras, Naciones Unidas ha mostrado asimismo preocupación por la ola de homicidios en el país centroamericano.