«Sabemos por experiencias pasadas que actuar temprano para evitar una catástrofe humanitaria es vital, pero nuestra capacidad para lanzar la respuesta se ha visto limitada debido a la falta de financiación hasta la fecha», ha señalado el director regional para África Oriental, Michael Dunford.
Así, ha recordado que se lleva avisando a la comunidad internacional de esta sequía desde el año pasado. «Podría ser desastroso si no actuamos de inmediato», ha agregado, criticando la falta de materialización de la ayuda requerida.
Esta situación, ha dicho en un comunicado, se ha visto agravada por las consecuencias del conflicto en Ucrania, con el coste de los alimentos y el combustible aumentando a niveles sin precedentes, por lo que «es probable» que los países del Cuerno de África sean los más afectados.
Por ejemplo, en Etiopía, las cosechas se han perdido, más de un millón de cabezas de ganado han muerto y se estima que 7,2 millones de personas se despiertan con hambre todos los días en el sur y sureste mientras el país se enfrenta a la sequía más grave desde 1981.
Otro de los países afectados es Kenia, donde hay 3,1 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda, incluido medio millón de kenianos que enfrentan niveles de hambre de emergencia, mientras que en Somalia la situación es parecida, con el 40 por ciento de la población afectada por inseguridad alimentaria aguda.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas ha advertido, además, de que el coste de los alimentos ha aumentado un 66 por ciento en Etiopía y un 36 por ciento en Somalia, países que dependen, en gran medida, del trigo.