A juicio del portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, el proyecto, que tiene que ser aprobado por el Congreso estadounidense, sienta «un precedente muy peligroso» y constituye «una flagrante distorsión de cualquier norma legal». «Una violación de todos los conceptos legales», ha insistido.
«No es más que la expropiación de la propiedad privada y un intento de pseudolegitimar esta expropiación», ha aseverado en rueda de prensa, donde ha expresado que la propuesta causa «nada más que el más profundo y malentendido rechazo» en las autoridades rusas.
La propuesta de Biden plantea que los departamentos de Estado, Justicia y Tesoro colaboren para darle un nuevo uso a los fondos incautados por motivos de corrupción o por las sanciones, en nuevo gesto de apoyo a Ucrania frente a «la guerra de (Vladimir) Putin».
El Tesoro estadounidense estima en cientos de millones de dólares el patrimonio incautado en cuentas bancarias norteamericanas a oligarcas rusos, a lo que se sumarían más de 1.000 millones de dólares en barcos y aviones.