Gracias a los avances médicos cada vez más pacientes diagnosticados con cáncer pueden tomar terapias que les ayudan a recuperar su salud y seguir el curso de sus vidas. Para ello deben someterse a tratamientos que acaban con las células cancerígenas, pero que también pueden afectar la fertilidad.
Algunos medicamentos de la quimioterapia, por ejemplo, disminuyen la capacidad de los óvulos y a mayor edad tenga la mujer son más propensas a la infertilidad debido a la calidad y cantidad de sus gametos.
Por otro lado, las cirugías y las radioterapias también pueden reducir la posibilidad de embarazo de la misma manera que lo hace el envejecimiento natural. Aunque hay mujeres que después de estas invasiones mantienen su útero y óvulos logrando quedar embarazadas, pero que también mantienen posibilidades de tener un aborto espontáneo o un parto prematuro, si no han sido atendidas por un especialista en reproducción asistida.
«Por esto resulta tan importante una consulta individualizada acerca de la preservación de la fertilidad previo a someterse a tratamientos contra el cáncer, aunque también existen opciones de reproducción asistida para quienes ya han sido sometidas a estas terapias. Las técnicas de preservación de fertilidad por su parte ofrecen la posibilidad de postergar la maternidad a todas aquellas mujeres que así lo deseen, que tengan cáncer o que no hayan culminado su vida reproductiva aún», manifiesta el doctor Saúl Barrera, director IVI Panamá,
Preparación para enfrentar el cáncer
Antes de someterse a una cirugía o un tratamiento del cáncer, es muy importante que consulte con un especialista sobre cómo se podría ver afectada su fertilidad. La mayoría de los procedimientos para preservar la fertilidad debe hacerse antes de que comience el tratamiento contra el cáncer. Estas opciones dependerán también de otros factores como la edad, si está en pareja o no y por supuesto las preferencias personales.
En este primer paso se le realizará a la paciente una prueba que mide los niveles de hormona antimülleriana (AMH) para ayudar al equipo de fertilidad a entender qué tan probable es que logre un embarazo de forma natural, ya que mide el suministro de óvulos según la edad de la mujer.
También se le podrá realizar una prueba de exploración y diagnóstico preciso mediante una ecografía 3D la cual aportará información sobre cómo se encuentra el útero y se le hará una evaluación integral. Gracias al avance de estas técnicas ecográficas también se puede valorar la cavidad endometrial. Con toda esta información detallada se podrá dar un diagnóstico acertado y brindar las mejores opciones de tratamientos de reproducción asistida.
«Luego de pruebas como estas los especialistas de IVI Panamá trabajarán de cerca con el paciente para ayudarle a entender los resultados y poder explicarle las ventajas de la preservación de su fertilidad para lograr un embarazo después de que se someta a un tratamiento anticáncer», señala el doctor Barrera.
Retomar el embarazo después del cáncer
Hay mujeres jóvenes que son fértiles después de pasar por los tratamientos contra el cáncer, pero corren el riesgo de perder su fertilidad a una temprana edad, por eso antes de someterse a estos deben considerar, por ejemplo, la vitrificación de óvulos. Este procedimiento consiste en extraer óvulos maduros del ovario para criopreservarlos y almacenarlos, para luego usarlos en el futuro cuando la madre se sienta segura en todos los aspectos.
Entre las diferentes técnicas de vitrificación, la Cryotop es la más novedosa y de donde se obtienen los mejores resultados. IVI ha sido pionera en Panamá con esta técnica donde se han conseguido cifras de supervivencia del 97 % en pacientes jóvenes de menos de 35 años, con tasas de embarazo del 65 % y tasas de implantación del 40 %.
En el caso de que la mujer ya haya pasado por una quimioterapia o una cirugía y tiene una edad avanzada es posible que el especialista le recomiende la fertilización in vitro (FIV) después de un diagnóstico genético preimplantacional, ya que este último garantiza que se tengan embriones sanos, aumenta la tasa de éxito por transferencia y disminuye la tasa de aborto de un 30% a los 40 años y al 12% de la población menor de 35 años.
Otro diagnóstico puede ser cuando la paciente no haya podido embarazarse después de utilizar las opciones con óvulos propios o se le han extirpado los ovarios y necesite recurrir a la ovodonación para lograr el anhelado sueño de ser madre. En el caso de las parejas o madres solteras pueda que también necesiten utilizar el banco de semen; estas dos técnicas son muy conocidas, utilizadas y fáciles de aplicar mediante FIV.
Someterse a un tratamiento de fertilidad antes o después del cáncer no sólo implica los aspectos físicos ya que ser paciente oncológica tiene innumerables consideraciones emocionales que implican la decisión de tener hijos después de terminar un tratamiento, por eso IVI Panamá cuenta con la Unidad de Apoyo Psicológico que se ofrece paralelo a su tratamiento de reproducción asistida, después de la primera consulta, luego tras el diagnóstico y luego de conocer el resultado del tratamiento escogido.