En el ensayo “La anatomía de la ignorancia”, sus autores Devjani Roy y Richard Zeckhauser analizan cómo la ignorancia se ha constituido en un elemento influyente en la vida social, en las cuestiones políticas y, sobre todo, en las decisiones económicas. En el terreno de las finanzas personales, esta falta de conocimiento aumenta las posibilidades de decantarse por aquellas decisiones que terminan comprometiendo las finanzas domésticas al punto de poner en jaque la armonía familiar: no son pocas las crisis hogareñas cuyas causas se remontan a una mala gestión del dinero.
Tal vez pensando en este aspecto, desde hace algunos años diversos organismos internacionales- entre ellos laOrganización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)- promueven establecer la educación financiera como parte del currículo en las escuelas y colegios. Capacitar a las generaciones jóvenes en el manejo del dinero, en la creación de empresas, la compra de una casa o en la realización de las transacciones cotidianas de una manera más eficiente los preparará para tomar mejores decisiones en el futuro y les brindará las capacidades necesarias para participar con mayores posibilidades de éxito en la sociedad moderna. Desde el año 2012 en la prueba PISA se incluye la evaluación de las competencias financieras con la finalidad de establecer un diagnóstico ajustado del grado de dominio que presentan los estudiantes en esta área en particular. Según la definición de esta organización, la educación financiera es “el conocimiento y la comprensión de conceptos y riesgos financieros, junto con las habilidades, la motivación y la confianza para aplicar dicho conocimiento y comprensión a fin de tomar decisiones efectivas- en una variedad de contextos financieros- para mejorar el bienestar financiero de las personas y la sociedad y para permitir la participación en la vida económica”.
Dentro de este escenario, resulta muy oportuno el convenio suscrito entre el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (IPACOOP) y la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), para elevar la cultura financiera de la población panameña mediante la divulgación de contenidos relacionados con el buen manejo y gestión del dinero y de los distintos instrumentos financieros disponibles en el mercado actual. Un sólido conocimiento en la gestión de la economía personal promoverá el tan necesario cambio de paradigma de una sociedad abocada a las deudas asfixiantes e improductivas, hacia un modelo de inversión y emprendimiento sólidamente establecido en el conocimiento.