«El objetivo de la paz es evitar que haya enemigos en una sociedad, pero desafortunadamente hay enemigos de la paz», expresó el alto representante de Naciones Unidas durante su visita al municipio de Dadeiba, en el departamento de Antioquia (noroeste).

Acompañado del presidente Iván Duque y de Rodrigo Londoño, comandante de la disuelta guerrilla, Guterres estuvo en una de las zonas donde los rebeldes completan su proceso de integración social y económica.

El secretario de la ONU se solidarizó con las «víctimas, las familias, y los amigos de sus víctimas» de la violencia contra excombatientes, líderes sociales e indígenas, blancos frecuentes de los grupos que continuaron en guerra a pesar de la disolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

«Tomo nota de las preocupaciones expresadas, especialmente sobre la inseguridad», dijo Guterres con motivo de los actos del quinto aniversario del acuerdo que redujo sensiblemente la intensidad de un conflicto que en más de medio siglo deja nueve millones de víctimas entre muertos, mutilados, desaparecidos pero sobre todo desplazados.