Una fuerza combinada de mil policías y militares asumió el control de los exteriores y pabellones de la cárcel ecuatoriana de Guayaquil donde murieron 68 reclusos en un brutal enfrentamiento el fin de semana, informó el martes la máxima autoridad penitenciaría.
La situación «está controlada. Estamos haciendo las intervenciones dentro de los pabellones», dijo a la prensa el director del sistema penitenciario (SNAI), Fausto Cobo.
La fuerza pública había intervenido para asegurar el control externo, y este martes completó la operación de ocupación de la cárcel donde chocaron bandas vinculadas con el narco.
En la noche del pasado viernes al sábado, los presos de un bloque salieron de sus celdas para aniquilar a los de una banda rival de otro pabellón. Fue una feroz lucha a bala, explosivos y machetazos, según autoridades e internos que grabaron y transmitieron en vivo la revuelta que dejó 68 muertos.