Adam Driver encarnó a Kylo Ren, el gran antagonista de la hasta la fecha última trilogía de la saga Star Wars que arrancó en 2015 El despertar de la Fuerza y concluyó en 2019 con El ascenso de Skywalker. Ahora, el protagonista de La casa Gucci y Annette afirma que no descarta regresar a la franquicia creada por George Lucas siempre y cuando el proyecto involucre a grandes cineastas.
En el Episodio VII se desveló que el hijo de Han Solo (Harrison Ford) y Leía Organa (Carrie Fisher), Ben Solo, al que daba vida el actor, sucumbió al Lado Oscuro de La Fuerza y se unió a la orden de los Caballeros de Ren. Un enigmático grupo que estuvo implicado en la destrucción de la Academia Jedi de Luke Skywalker y que volverían a aparecer en El ascenso de Skywalker.
El torturado villano, alcanzaba un gran final cuándo se sacrificó para salvar a Rey (Daisy Ridley) en El ascenso de Skywalker. La muerte del personaje molestó a algunos fans que sostenían que aún quedaba más por contar del complejo personaje, su descenso al Lado Oscuro y posterior redención.
El intérprete, de 38 años comentó en una entrevista concedida a UNILAD que, no está totalmente en contra de regresar a Star Wars ya que para él lo determinante de un medio como el cine «son los directores. «Para mí la única prioridad es trabajar con grandes cineastas. Sea cual sea el tamaño… de la película eso nunca ha sido, hasta cierto punto, la clave para mí», señala Driver que asegura que hay cosas interesantes tanto en trabajar en producciones pequeñas e independientes como en blockbusters como STar Wars.
Tras la conclusión de la saga Skywalker, el Universo Star Wars continúa su expansión con varias series y proyectos en marcha. A la espera de relanzar la franquicia en los cines, su futuro más inmediato pasa por las series de Disney+ que, tras dos temporadas de The Mandalorian, lanzará el 29 de diciembre su spin-off titulado El libro de Bobba Fett.
EUROPA PRESS