Simmons pidió ser traspasado hace cuatro meses y no se presentó a el inicio de la pretemporada, lo cual genera mucha incertidumbre en la relación entre el base con la franquicia de Philadelphia.
El inconveniente más reciente fue el día martes cuando el australiano fue expulsado de un entrenamiento por indisciplina, Simmons con el entrenador Doc Rivers, sus compañeros y cuerpo médico para expresar «que no estaba mentalmente preparado para jugar a la altura de sus expectativas y requiere de tiempo», señalaron fuentes no identificadas a ESPN.
Según el reporte, el jugador de 25 años «planea reunirse con profesionales médicos para ser evaluado», además «comenzó un proceso que se espera que siga impidiéndole hacer su debut en la temporada».
«Nosotros respetaremos su privacidad y su espacio durante este tiempo. Cuando esté listo, abrazaremos a nuestro hermano con amor y nos ocuparemos de nuestros asuntos en la cancha. Eso es todo», expresó su compañero y uno de los líderes del equipo, Tobias Harris en su cuenta de Twitter.
Daryl Morey, presidente deportivo de los Sixers, resaltó este jueves que no intercambiarán a Simmons si no obtienen a otro jugador de gran nivel, también comento que están dispuestos a esperar el tiempo que sea necesario.
El número uno del Draft de 2016 aún tiene un contrato de cuatro años a cambio de 147 millones de dólares. El conflicto entre el jugador y el equipo estalló en la derrota en el séptimo partido de la semifinal de la Conferencia Este ante Atlanta, en la que Philadelphia era favorito.
Simmons fue para muchos el responsable de la eliminación y Doc Rivers cuestionó la capacidad del base para ser el armador de un equipo campeón.
Por otro lado Joel Embiid y Rivers han dado a conocer qué desean que el australiano se mantenga con el equipo.