La Fiscalía chilena abrió este martes una investigación contra Rodrigo Rojas Vade, un miembro de la Convención Constitucional que confesó que no padecía cáncer, como había declarado para impulsar un cambio social del país.
En un escrito, la Fiscalía ordenó a la Policía de Investigaciones (PDI) ubicar y tomar declaración a Rojas Vade en calidad de «imputado» para determinar si cometió «hechos que pudieran revestir carácter de delito».
El constituyente, quien renunció a la vicepresidencia adjunta de la Convención, había incluido en su declaración de patrimonio una deuda de unos 27 millones de pesos (unos 35.000 dólares) por gastos de tratamientos por cáncer, que confesó no padecer en una entrevista publicada el fin de semana por el diario La Tercera.
La investigación contra Rojas -quien padecería otra enfermedad que no se ha dado a conocer- fue iniciada a pedido de la mesa directiva de la Convención, que preside la académica mapuche Elisa Loncón. Ella deberá declarar en esta causa como testigo, al igual que el vicepresidente Jaime Bassa.
«Nosotros como mesa directiva agradecemos que se haya tomado la denuncia que interpusimos ayer (lunes) al Ministerio Público y manifestamos toda nuestra disposición para colaborar con el proceso», dijo Loncón a la prensa.
El caso causó un remezón en la Convención que redacta una nueva Constitución que reemplace a la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Para esta tarea tiene un plazo de un año.
Rojas Vade era uno de los rostros más reconocidos de las protestas de 2019 y había utilizado su supuesto cáncer como plataforma de lucha, lo que contribuyó a que fuera elegido este año a la Convención.
Aunque renunció a la vicepresidencia de esta asamblea, sigue siendo constituyente, ya que es un cargo «no renunciable», explicó Loncón.
La confesión de Rojas Vade fue el último golpe que recibió la Lista del Pueblo, un heterogéneo grupo de independientes elegidos a la Convención, sumido en divisiones internas y otro escándalo por un supuesto fraude en la inscripción de un candidato presidencial para las elecciones del 21 de noviembre.
Este grupo «outsider» de la política chilena sorprendió en mayo a los partidos tradicionales al lograr 27 de los 155 escaños de la Convención Constitucional.