La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, declaró ante el Consejo de Derechos Humanos, que los problemas en Birmania pasaron de ser una crisis política a una catástrofe multidimensional.
La ONU advirtió este martes que la situación en Birmania está evolucionando de forma «catastrófica», a raíz de los disturbios que siguieron al golpe de Estado militar del 1 de febrero.
«La situación en Birmania pasó de una crisis política a una catástrofe multidimensional en materia de derechos humanos», declaró la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra.
«La evolución catastrófica de la situación en Birmania desde el golpe de Estado tuvo repercusiones graves y amplias en los derechos humanos, la paz y la seguridad y el desarrollo sostenible. Generan un potencial evidente de inseguridad masiva, con consecuencias en el conjunto de la región», añadió.
Según la ex presidenta chilena, el golpe «exacerbó» conflictos históricos en regiones birmanas fronterizas, cuyas minorías, en general, se habían comportado de forma «pacífica» en los últimos años.
Desde el golpe militar que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente los movimientos de protesta contra el régimen militar.
Según la ONU, cerca de 900 personas habrían sido asesinadas, mientras que al menos 5.200 fueron detenidas de forma arbitraria.