Tras años de subidas, los precios en el arrendamiento de viviendas y locales comerciales en Panamá han iniciado un camino descendente. Los porcentajes de declinación del sector inmobiliario varían de entre 25% y 40%, con relación a los números previos a la pandemia.
Hace algunos meses la caída en los precios de los alquileres se registraba principalmente en las viviendas de gama alta por la sobreoferta en el mercado, sin embargo, la situación se ha extendido a todos los segmentos. Las mayores pistas se encuentran en los portales de bienes raíces.
Un apartamento en El Cangrejo que antes se podía alquilar en $800, ahora se está alquilando en $600, una baja de 25% o $200 mensuales. También en zonas como San Francisco, los alquileres que antes estaban en $2,000 ahora están en $1,200, un 40% por debajo del precio previo a la crisis de la Covid-19.
Pero, no solo bajó el precio, también bajó la demanda de clientes que están dispuestos a pagar esos montos.
Para Aldo Stagnaro, asesor inmobiliario y vicepresidente del Gruppo Stagnaro, lo que está pasando es muy similar a lo que ocurrió cuando se fueron los norteamericanos del país en 1999. “Había una sobreoferta y los propietarios que alquilaban muy alto, tuvieron que bajar los precios porque eran los panameños lo que iban a comenzar a alquilar esos apartamentos que en algún momento fueron ocupados por los americanos”, dijo.
En la actualidad, con la llegada de la pandemia, muchos inquilinos perdieron su trabajo, lo que generó un movimiento forzado y estratégico por parte de los arrendadores para no quedarse con las propiedades desocupadas.
Estrategias del mercado inmobiliario en Panamá
El vicepresidente del Grupo Stagnaro, asegura que para alquilar lo antes posible “algunos propietarios han optado por seguir bajando ese ingreso pasivo, que no es lo ideal, pero es la mejor opción antes de tener un espacio vacío por cuatro o cinco meses”.
Coincide en esto José Antonio Díaz, Presidente de la Asociación de Propietarios de Inmuebles de Panamá (API), quien alega que los arrendatarios están aprovechando esta caída en los alquileres de viviendas para hacer mudanzas hacia propiedades donde los cánones de arrendamiento son más bajos.
Se calcula que el 85% de las transacciones en el segmento residencial son alquileres, debido a que los jóvenes y los trabajadores precarios no pueden acceder al mercado por falta de solvencia.
Frente a esta realidad, Stagnaro dice que invertir en propiedades para alquiler sigue siendo un buen negocio. “Mientras la propiedad esté más cerca de la ciudad y del Metro, mejor”, dijo.
Desocupación comercial
La crisis de la Covid-19 llegó en un momento en que la industria inmobiliaria comercial venía registrando un enfriamiento en sus actividades con un crecimiento en la oferta y una disminución en la demanda.
La situación es visible en las calles. La ciudad está inundada de avisos de alquiler de locales y apartamentos. Los más visibles son los del sector comercial.
El presidente de la API asegura que la desocupación alcanza hasta 40% en el sector comercial y de 25% en el residencial.
En tanto, Stagnaro asegura que la recuperación comercial va a tomar más tiempo porque es precisamente en ese segmento donde hay una sobreoferta de propiedades, sumado a una baja demanda. “Con más del 40% de las pequeñas empresas quebradas, no hay quien reemplace a esos negocios porque aún no termina de abrir completamente la economía”, dijo.
Ante este escenario, “el sector comercial tiene que reinventarse, porque hasta que no tengamos una vacunación más masiva, no habrá movimiento, ni va a venir el extranjero que es el que se necesita para que entre dinero fresco a la economía”, indicó el especialista inmobiliario.
Por su parte, el Presidente de la Asociación de Propietarios de Inmuebles de Panamá, insiste en la necesidad de derogar tres decretos (145, 314 y 411 de 2020) que se han emitido sobre arrendamientos, en medio de la crisis de la Covid-19 y pide trabajar de acuerdo con La Ley 93 del 4 de octubre de 1973. Reiteró que estos decretos entorpecen la actividad comercial de bienes raíces en el país.