La UE selló en 2010 un Acuerdo de Asociación con los países Centroamericanos, que sirve de marco a la cooperación europea, y ahora diversos eurolegisladores pidieron a Borrell que Nicaragua sea excluida de los beneficios de ese instrumento.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, adelantó este martes que propondrá «en los próximos días» al Consejo de la UE la adopción de nuevas medidas restrictivas y sanciones específicas contra Nicaragua, por la detención de numerosos dirigentes opositores.
«En los próximos días plantearemos al Consejo la posibilidad de tomar medidas restrictivas al estilo de las que se han tomado ya en el pasado, procurando que no afecten a los ciudadanos» nicaragüenses, dijo ante el Parlamento Europeo.
La adopción de sanciones por parte de la UE requiere la unanimidad de los 27 estamos miembros, y Borrell destacó que puede «impulsar» su adopción pero que la decisión final es de los países del bloque.
El Parlamento Europeo convocó a Borrell para discutir la situación en Nicaragua, y el jefe de la diplomacia apuntó que la crisis en el país centroamericano «ha llegado a un extremo tal en el que los estados miembros [de la UE] sin dudas tendrán que estudiar acciones».
La UE adoptó un régimen de sanciones contra Nicaragua en octubre de 2019, que en 2020 fue renovado por un año, hasta octubre de 2021.
De acuerdo con Borrell, ese mecanismo «previsiblemente tendrá que ser utilizado nuevamente».
La UE selló en 2010 un Acuerdo de Asociación con los países Centroamericanos, que sirve de marco a la cooperación europea, y ahora diversos eurolegisladores pidieron a Borrell que Nicaragua sea excluida de los beneficios de ese instrumento.
Sin embargo, Borrell dijo que la suspensión de la cooperación no afectaría al gobierno de Nicaragua sino a la población.
«Nosotros queremos hacer presión sobre el régimen pero no castigar más al pueblo de Nicaragua», dijo.
En su discurso, Borrell enfatizó que la oleada de detenciones de dirigentes opositores y precandidatos presidenciales eliminan cualquier legitimidad a las elecciones previstas para el 7 de noviembre.
«No hay manera de concebir estas elecciones como nada que se parezca a una competición política que merezca ser considerada como tal», expresó.
El jefe de la diplomacia de la UE dijo que el jefe de la delegación europea en Managua y embajadores del bloque «se reunieron con el ministro de exteriores [de Nicaragua], y les quedó claro que el gobierno no tiene ninguna intención de abandonar su intransigencia».
«Para nosotros la salida democrática es la única posible para la crisis en que Nicaragua está inmersa. (…) Estamos valorando instrumentos de que disponemos, empezando por nuevas sanciones», apuntó el diplomático español.