La Alianza Ciudadanos por la Libertad (CXL-derecha) de Nicaragua anunció este miércoles que el ex-guerrillero de la contra, Oscar Sobalvarro, y la ex-reina de belleza Berenice Quezada, encabezarán su fórmula presidencial en las elecciones del 7 de noviembre, luego que cinco de sus aspirantes fueran arrestados bajo cargos de «traición a la patria».
El binomio se anuncia en medio de duros cuestionamientos al proceso electoral por la ola de arrestos de 29 opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia: Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Noel Vidaurre, Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga (éstos cinco de CXL), Miguel Mora y Medardo Mairena.
Sobalvarro, de 68 años, dijo que no esperaba la nominación, pero que «asumo el relevo (de los ahora detenidos), lo que no es fácil ni libre de riesgos».
Quezada, de 27 años, fue Miss Nicaragua en 2017 y su nombramiento sorprendió pues no tiene activismo político conocido.
El anuncio de la fórmula tuvo lugar en un hotel capitalino con cientos de convencionales en medio de gritos de «si se puede», «libertad» y «libertad para los presos políticos», mientras decenas de agentes antimotines rodeaban el local.
El proceso de inscripción de candidatos para los comicios del 7 de noviembre inicio este miércoles y culmina el 2 de agosto, según los plazos establecidos por el tribunal electoral, integrado en su mayoría por magistrados afines al partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN-izquierda).
El presidente Daniel Ortega, un exguerrillero sandinista de 75 años, aún no anunció oficialmente su candidatura, aunque sus allegados y la propaganda partidaria visible en sitios públicos, dan por hecho que buscará reelegirse para un cuarto mandato sucesivo.
El líder sandinista gobernó el país entre 1979-1990, retornó al poder en 2007, donde se mantiene tras dos reelecciones consecutivas, laa última de ellas con su esposa Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Sobalvarro recordó su pasado como líder de la guerrilla contra, que enfrentó con las armas al sandinismo en la década de 1980, señalando que «no encontramos otra opción que la lucha armada».
Pero en 1990 «salimos a votar bajo una dictadura y un país militarizado, pero este pueblo armado solo con su voto demostró ser invencible y esperamos que esa historia se repita», acotó.
La presidenta de CXL, Kitty Monterrey, manifestó que «somos la única esperanza de oposición (…) hoy estamos presentando esta fórmula presidencial porque no son los que quedan, sino los que se atreven».