Israel afirmó ayer que el movimiento islamista Hamás escondía un sistema usado para interferir en las defensas aéreas en el edificio en Gaza que albergaba a medios internacionales y fue que destruido por el ejército israelí.
El embajador de Israel en Estados Unidos, Gilad Erdan, dio la explicación más detallada hasta ahora de la decisión de atacar la torre tras reunirse en Nueva York con los dirigentes de la agencia de noticias Associated Press (AP), que tenía sus oficinas en ese inmueble pulverizado el 15 de mayo durante el conflicto entre Israel y Hamás.
«La unidad estaba desarrollando un sistema de interferencia electrónica para ser utilizado contra el sistema de defensa Cúpula de Hierro», dijo Erdan, refiriéndose al escudo antimisiles que intercepta los cohetes de Hamás.
El diplomático elogió el papel de AP y dijo que imaginaba que sus empleados no estaban al tanto del supuesto uso de la Torre Jala, el edificio en cuestión, por parte de Hamás.
«Israel hizo todo lo posible para asegurarse de que ningún empleado o civil resultara herido durante esta importante operación», dijo en una declaración publicada un día después de su reunión con los ejecutivos de AP.
«Por el contrario, Hamás es una organización terrorista genocida que no tiene ninguna consideración por la prensa. Coloca a propósito su maquinaria de terror en zonas civiles, incluso en las oficinas que utilizan los medios de comunicación internacionales», dijo.
Erdan señaló que Israel está «dispuesto a ayudar» a AP a reconstruir su oficina en Gaza, territorio controlado por el grupo islamista Hamás.
Ampliando las declaraciones del embajador, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que «el ataque fue diseñado para derrumbar el edificio y asegurar así la destrucción» del sistema de interferencia, de acuerdo con un comunicado.
«Era un objetivo de alto valor militar» y «fue examinado de acuerdo con procedimientos rigurosos dentro de las FDI y de acuerdo con el derecho internacional», agregó.
AP calificó la conversación como «positiva y constructiva» e indicó que Erdan explicó por qué Israel consideró al edificio como una «amenaza urgente».
No obstante, agregó que «aún no hemos recibido pruebas que respalden estas afirmaciones», según un comunicado.
«AP sigue pidiendo la publicación completa de cualquier evidencia en manos de los israelíes», afirmó.
AP y grupos internacionales de defensa de los derechos de los medios de comunicación habían pedido una investigación independiente sobre las acusaciones de que la Torre Jala era utilizado por Hamás.
El ataque aéreo también destruyó la oficina de Al Jazeera, la cadena de televisión con sede en Catar que con frecuencia ha irritado tanto a Israel como a los Estados árabes con su cobertura.
El ataque se produjo durante la escalada militar del 10 al 21 de mayo, en la que Hamás disparó cohetes contra Israel en respuesta a lo que consideraba provocaciones en Jerusalén contra la población palestina.
Los ataques israelíes mataron a 260 palestinos, entre ellos 66 niños y algunos combatientes, e hirieron a más de 1.900 personas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Los cohetes y otros disparos procedentes de Gaza mataron a 13 personas en Israel, entre ellas un niño y un adolescente árabe-israelí y un soldado israelí, según los médicos y el ejército. Unas 357 personas resultaron heridas en Israel.