La Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que es vital divulgar toda la información correcta sobre la seguridad y efectividad de las vacunas candidatas COVID-19, para que las personas puedan tomar una decisión personal sobre si aplicarla o no.
A días de finalizar el 2020, y de cumplirse un año desde que, en Wuhan, China; se detectaron los primeros casos de COVID-19, la ciencia ha logrado dar un paso histórico en el esfuerzo por desarrollar una vacuna que ayude en el control de la pandemia.
De acuerdo con datos de la Alianza de la vacuna, (GAVI por sus siglas en inglés) hay 188 vacunas que se están desarrollando en distintas etapas.
Actualmente hay 3 que han informado de su seguridad y eficacia: Pfizer que está asociada con la alemana BioNTech.
Moderna en asociación con el Instituto Nacional de Salud, y la desarrollada por Astrazeneca y la Universidad Oxford.
Solo una ha sido aprobada por los organismos reguladores, para el uso de emergencia. la de Pfizer que se aplica en Inglaterra en población adulta mayor y trabajadores de la salud, Canadá y Estados Unidos está a la espera de la autorización de la Agencia de Alimentos (FDA).
El doctor Nestor Sosa, infectólogo y exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), esclarece dudas que nos pueden asaltar con respecto a las vacunas.
DP. ¿Qué nos estarían inyectando?
Hay diferentes vacunas contra COVID-19.
Las que están más adelantadas contienen ARN mensajero, que es una molécula que sirve de plantilla para que nuestras células produzcan una proteína del virus llamada “spike”.
Una vez que esta proteína se forma, nuestro sistema de defensa la reconoce y produce anticuerpos para destruirla. De esta forma cuando el virus trate de entrar al cuerpo en el futuro, nuestro sistema inmunológico se activa y lo destruye pues el virus SARS-COv-2, tiene la proteína spike que estaba en la vacuna.
Otras vacunas contienen la proteína directamente, otras usan un virus inocuo que contiene la información genética para que nuestras células produzcan la proteína del virus.
Ninguna de estas vacunas es de virus vivo o virus inactivado. Son solo componentes del virus, no el virus completo. Por ello, no hay probabilidad de que la vacuna produzca la enfermedad COVID-19.
DP. ¿Es segura una vacuna contra la COVID-19?
Por el momento los estudios demuestran que son seguras. Como todas las vacunas producen algo de dolo en el brazo, fiebre por uno o dos días y algo de malestar. Hay personas que fueron vacunados hace 4 meses y no se ha visto nada importante asociado a las vacunas.
DP. ¿Quién garantiza a las personas esa seguridad?
Las autoridades regulatorias van a revisar la data de los estudios antes de la aprobación de las vacunas. Si ellos dan la aprobación es porque la evidencia es favorable.
DP. ¿Quiénes deben vacunarse primero y por qué?
Personas con mayor riesgo de adquirir la enfermedad por su trabajo o personas con mayor riesgo de morir si adquieren la enfermedad.
DP. ¿Las personas con enfermedades con comorbilidad deben vacunarse?
Si. Esas son las más importantes.
DP. Qué grupo de este segmento, no debería aplicarla
Quizá pacientes muy immunodeprimidos o que no tengan un sistema inmunológico funcional.
DP. ¿Los niños pueden vacunarse?
Ahora no. Cuando tengamos los estudios de eficacia y seguridad en ellos, sí.
DP. ¿Es la vacuna una vía más rápida para controlar el virus?
Si todos cumpliéramos con las medidas, la epidemia bajaría rápidamente. Pero esto no es fácil, por las repercusiones económicas y porque las personas somos personas, y no siempre hacemos lo correcto. Las vacunas son en mi opinión, la intervención más efectiva y realista de acabar con la pandemia. Las enfermedades que tienen vacunas efectivas: Viruela, Polio, Sarampión y otras, han disminuido o casi desaparecido.
DP. ¿Se podría alcanzar la inmunidad de rebaño?
Si. Se requiere entre 70-80% de vacunados.
DP. ¿El tiempo récord en encontrar una vacuna la hace menos segura?
No. Se han seguido todos los pasos. Inclusive el número de personas vacunadas en los estudios son mayores que muchas otras vacunas aprobadas en el mercado. Estamos hablando de 30 a 40 mil voluntarios en algunos de estos estudios.