Después del fallecimiento de la jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, el Partido Demócrata ha roto todos los records en recaudaciones.
A menos de cinco semanas de las elecciones presidenciales, la campaña del demócrata Joe Biden tiene $466 millones en caja, contra los $325 millones que ha reportado el equipo del presidente Donald Trump.
La campana republicana anunció que llegará sin problemas al final de la contienda el 3 de noviembre, para lo cual Trump ha dicho que si es necesario pondrá de su dinero como en el 2016 cuando aportó $60 millones.
ActBlue, la plataforma virtual que recauda fondos para los demócratas, dijo en un comunicado que pequeños donantes habían aportado más de $91 millones a grupos progresistas en las 28 horas siguientes al anuncio, el pasado 18 de septiembre, de la muerte de Ginsburg.
La plataforma informó este sábado que ha recaudado en los últimos dos meses más de $3,000 millones para causas demócratas.
ActBlue reveló que el fallecimiento de la jueza originó un aumento sin precedentes de donaciones. Solo en una hora los donantes dieron $6.3 millones y durante el sábado 19 de septiembre se recaudaron $70.6 millones. ActBlue había alcanzado en el pasado en una hora $4 millones y $42 millones en un día.
Esa reacción de los pequeños donantes, es interpretada como una respuesta para respaldar las posiciones antiTrump de Ginsburg y su determinación de llevar a Biden a la Casa Blanca.
Entregado a los ricos
Pero hay otro tipo de donantes que también apoya de Biden: los multimillonarios. En un artículo que detalló los millones y los millonarios sobre los que flota la campaña de Biden, el diario español ABC analizó este domingo cómo la campaña demócrata está haciendo lo que los rivales le criticaron a Biden durante las primarias: estar entregado a los millonarios, al Estados Unidos corporativo.
Biden fue criticado por adoptar “el programa de los ricos”, y hubo algunos que buscaron expulsar a los grandes contribuyentes, las corporaciones y las transnacionales de la financiación electoral y depender solo de donaciones pequeñas.
Todo eso está olvidado y ahora -en una “alianza nefasta de multimillonarios y bolcheviques”, como la calificó la cadena estadunidense Fox News- progresistas y multimillonarios se dan la mano, van en el mismo barco, que tiene como objetivo sacar a Trump de la Casa Blanca. Para eso Biden debe flotar “en un mar de dinero”, dijo el rotativo.
El mes pasado, el candidato demócrata batió el récord histórico de donaciones a una campaña electoral, con $364.5 millones. En el mismo periodo, Trump reunió $210 millones. Esa oleada de dinero se incrementó luego del anuncio en agosto de la senadora negra, Kamala Harris, como candidata demócrata a la vicepresidencia.
El flujo de dinero está cambiando la relación de fuerzas financieras entre Biden y Trump. En lo que va de año y hasta finales de agosto, la campaña de Trump y el partido republicano han recaudado más de $1,300 millones de dólares para el presidente, frente a los $990 millones de Biden, según los datos de la Comisión Electoral Federal (FEC).
Trump partía con ventaja ya que no tenía adversarios en primarias como Biden, al que varios rivales le disputaron por meses las contribuciones de los donantes demócratas.
Esa diferencia, sin embargo, se ha compensado. Biden ahorró mucho en los meses del confinamiento por la pandemia y Trump gastó más de lo presupuestado. Esa fue una de las razones del despido de su director de campaña en julio. Lo primero que hicieron los republicanos fue cortar gastos en propaganda electoral.
Solo en agosto, en anuncios en televisión, Biden destinó $65.5 millones, frente a los 18.7 millones del presidente.
Los que más tienen
Entre los que más tienen, también domina Biden. El demócrata cuenta, según los registros de la FEC, con 134 multimillonarios -con un patrimonio personal de al menos, $1,000 millones- entre sus donantes.
Trump, por su parte, ha conseguido hasta el momento el apoyo de 101 multimillonarios.
Todo ello a pesar de Trump le regaló a los mercados una rebaja fiscal –sobre todo a las empresas– y de que el candidato demócrata les ha prometido una subida del impuesto de sociedades del 21% al 28% y del impuesto a la renta del 37% al 39,6% para aquellos que ingresen más de $400,000 al año.
De acuerdo al ABC, buena parte de los multimillonarios de Biden pertenecen a las elites financieras. Están Howard Schulz, fundador de Starbucks; Lauren Powell, la multimillonaria viuda de Steve Jobs; financieros como George Soros o el excandidato Tom Steyer. Entre todos ellos, destaca Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York y uno de los hombres más ricos de Estados Unidos.
En estas elecciones ya quemó más de $900 millones en su intento frustrado de conseguir la nominación demócrata a la presidencia. Entonces, Biden le acusó de querer “comprar” la elección. Ahora recibe sin rechistar su dinero. Bloomberg comprometió hace unos días $100 millones para los demócratas en Florida, un estado clave que Trump no puede permitirse perder.
Trump al rescate
Ante menores donaciones que las esperadas, Trump saldrá al rescate. “Si necesitáramos más, lo pondría personalmente, como hice en las primarias la última vez. En las primarias de 2016 aporté mucho dinero. Si es necesario, lo haré otra vez”, dijo la semana pasada en un acto electoral en Florida.
En 2016, Trump donó 60 millones de dólares de su bolsillo a su campaña electoral, ante las resistencias del Partido Republicano a darle una cálida bienvenida como candidato, aun a pesar de sus victorias en las primarias.
Medios estadunidenses han revelado que la campana republicana está corta de liquidez por haber gastado demasiado en anuncios en algunos estados cruciales donde las encuestas reflejan un resultado extremadamente ajustado. Los republicanos han gastado $800 millones, sobre todo en anuncios y mítines políticos.
La agencia Bloomberg fue la primera en informar, citando fuentes anónimas dentro de la campaña de Trump, que el presidente espera inyectar $100 millones de su propia fortuna.
El nuevo jefe de campaña de Trump, Bill Stepien dijo que no hay razones para preocuparse por la liquidez de su equipo. “De aquí al día de las elecciones tendremos más dinero para gastar del que tuvimos en 2016”, añadió en una conferencia con periodistas.
En el 2016 la entonces candidata, Hillary Clinton, recaudó el doble en donaciones que Trump, $1,200 millones frente apenas $500 millones. La demócrata ganó en número de papeletas, con tres millones de votos por encima de Trump, pero perdió en el cómputo del colegio electoral.