Treinta años han pasado desde que en Panamá se realizó el primer trasplante de órgano, y desde entonces más mil 300 panameños se han beneficiado, pero aún quedan muchos escollos que atravesar, entre ellos, el incremento del número de donantes. La lista de espera por un órgano aumenta cada día, y cientos de panameños esperan esa luz de esperanza, que los ayude a mejorar su salud y por ende, su calidad de vida.

«Es como volver a nacer, te liberas del tratamiento de diálisis, se tiene una oportunidad de cumplir sueños e ilusiones, ves la vida desde otra perspectiva, aprendes a valorar las pequeñas cosas”, así describe Alberto Martínez, un panameño de 43 años, como el trasplante de riñón al que fue sometido en 2007, le cambio la vida. A Martínez a los 20 años le diagnosticaron falla renal, y  por diez años estuvo bajo tratamiento de diálisis. Siete en diálisis peritonial y tres en hemodiálisis, en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social Dr. Arnulfo Arias Madrid.

Martínez dice que recibir un trasplante les otorga la oportunidad de reincorporarse a la sociedad, tal como se la dio a él. La persona beneficiada con un trasplante de órgano -dice- puede formar su familia, retomar estudios, reincorporarse a la vida laboral, entre otras muchas alternativas que se le abren.

Si embargo, la lista de espera por un órgano crece, no así, la de las donaciones, por ello, en 2019 se lanzó una campaña para incentivar la donación de órganos en el marco de la semana de promoción de donantes, del 17 al 24 de noviembre.

Este 6 de junio se celebra, el Día Mundial del Paciente Trasplantado, con el objetivo de promover la donación de órganos y tejidos, por lo que la CSS hace un llamado para impulsar una cultura de donación de órganos, a fin de dar esperanza a los pacientes en espera de una oportunidad para seguir viviendo.

Las estadísticas

En la Caja de Seguro Social, se han trasplantado a 1,324 pacientes en todos los programas que desarrolla la institución. Los órganos más trasplantados son el riñón, hígado, páncreas, corazón y pulmón. Según cifras oficiales, unas 2 mil 189 personas están recibiendo tratamiento de diálisis a nivel nacional y 268 pacientes están en lista de espera para un trasplante de riñón.

Datos suministrados por la Coordinación Nacional de Trasplante de la CSS, precisan que en 2019 se realizaron 31 trasplantes de riñón, de los cuales 10 fueron de donantes vivos relacionados y 21 de donantes fallecidos. En tanto también se efectuaron 9 de hígado, 20 de células hematopoyéticas (médula espinal) y 4 de córnea.

En este 2020, solo en la CSS, se han realizado, 5 trasplantes de células hematopoyéticas, 2 de hígado y 10 de riñón. Actualmente hay una lista de pacientes en espera de trasplante de órgano, 61 de células hematopoyéticas, 4 de hígado y 268 de riñón.

Comienza era de trasplantes en Panamá

En 1990 se realizó el primer trasplante en Panamá y fue de tipo renal. La paciente beneficiada fue la señora Igna Flores. Diez años después, en el 2000, se realiza el primer trasplante en células hematopoyéticas (médula espinal).

Para el 2002, otro hito se da en la medicina panameña, ya que se efectúa el primer trasplante de corneas a un paciente en las instalaciones de la CSS. Posteriormente, en 2011, se pone en práctica la implantación hepática, donde a partir de esa fecha han sido intervenidos más 66 panameños, que por alguna razón padecen enfermedades relacionadas con el hígado.

Y en 2016, la medicina panameña consigue un importante logro, con el primer trasplante de corazón. María Pitty, oriunda de Boquete, fue la primera paciente beneficiada con un trasplante de corazón, eso ocurrió el 11 de marzo de 2016.

Con estos avances en los diversos tipos de trasplantes que se realizan en territorio panameño se han logrado pasos importantes en la medicina local, que han beneficiado a más de mil 300 pacientes, entre ellos, a Alberto Martínez.

Y es que Martínez, es un ejemplo de cómo el desprendimiento y concienciación de una persona que cede sus órganos, ayuda a que alguien viva o mejore su calidad de vida. Él se reincorporó a la vida laboral en la Policlínica “Dr. Santiago Barraza”, en La Chorrera, en donde desde hace 12 años se desempeña como oficial de atención al asegurado. Sus compañeros lo definen como “un colaborador comprometido, digno de admirar por su esfuerzo, dedicación y desempeño”, porque “atiende y orienta con respeto y calidad humana”.