Las protestas en Chile y la debilidad de las inversiones en México han sido la causa para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajara en 0.2 puntos porcentuales a 1.6% su previsión de crecimiento para América Latina este año 2020.
Estos pronósticos para la región se enmarcan en un empeoramiento de las perspectivas globales: el FMI rebajó en una décima de punto, a 3,3%, su expectativa de crecimiento mundial para este año y para 2021 la recortó un poco más, a 3,4%.